El tipo se desayunó ayer con esta “exclusiva” que aparecía en la portada de “El País”:La Audiencia Nacional no prevé medidas cautelares contra Otegi
El fiscal y el juez estiman que promover una comisión negociadora no es delito
A punto estuvo de atragantarse con el café, pero se sobrepuso y tomó una decisión. Hoy, el mismo periódico, titula de esta forma también en portada:
El juez amplía la imputación a líderes de Batasuna por amenaza terrorista
Grande-Marlaska ve posible delito en actos recientes de la formación ilegal
Éste sí que es mi héroe, pero de verdad. Ante la chulería y el chantaje de Otegi y su pandilla basura y la inacción del Gobierno, con el impresentable fiscal general a la cabeza, el juez Fernando Grande-Marlaska se presenta como el defensor del Estado de Derecho, como Gary Cooper en “Solo ante el peligro”. Sostiene en su auto que las últimas exigencias de los batasunos para que el “proceso de paz” no se interrumpa podrían constituir un delito de “amenazas terroristas”; por ejemplo, la advertencia de Permach de que si alguno de ellos entra en prisión habrá un bloqueo “cuyas consecuencias tendrá que medir el Estado español”. Cándido Conde-Pumpido aún no ha dicho esta boca es mía (¿estará maquinando algo para depurar al juez por entorpecer la “negociación”, tal como hizo con Fungairiño, o se atreverá a solicitar prisión para los amigos de los terroristas?).
Entretanto, un grupo de cómicas, Pilar Bardem, Blanca Portillo, Ariadna Gil, Aitana Sánchez-Gijón, Ana Belén y Charo López, entre otras, ha puesto en marcha la campaña “Rosas blancas para la paz” en apoyo al diálogo con ETA. Estas floristas de nuevo cuño realizarán una acción simbólica en la calle el día 24 de cada mes para conmemorar el comienzo del alto el fuego de la banda –entró en vigor el 24 de marzo–. La iniciativa comenzó el miércoles pasado con una concentración a las puertas del Congreso y el reparto de rosas a sus señorías. Como todo el mundo sabe, las cómicas se han caracterizado por su apoyo sin fisuras a las víctimas del terrorismo (suelen depositar flores en las tumbas de los asesinados) y por sus rotundas declaraciones en contra de los verdugos.
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4 comentarios:
En cierta ocasión escuché a una de nuestros más insignes actores decir que la palabra que más le gustaba para designar su profesión era la de “cómico” por su origen. Parece ser que en la Antigua Grecia se calificaban así a las personas que participaban en las representaciones teatrales. En ese sentido, creo que esas improvisadas floristas no se sentirían ofendidas si ésa es la acepción. Pero mas bien tengo la sensación que la intencionalidad de la palabra no es ni mucho menos ésa. Por supuesto, yo no me voy a erigir en defensor de alguien que conozco, pero, en tu caso, lo que hubiera hecho es colgar las fotos de Ariadna y de Aitana en “la redoma”. Estoy convencido de que no desentonarían ni por nombre ni ... por el resto.
Riddleman
Les llamo cómicas con todo el respeto del mundo, faltaría más. Sus valores artísticos no son cuestionables, y los físicos, tampoco. No obstante, La Redoma tiene un nivel muy alto y no vale cualquier candidata. Sobre su actitud ideológica, sobre todo en lo tocante al terrorismo, me parece hipócrita y cobarde. No todos los comicos son así, por supuesto. Imanol Arias es un ejemplo (minoritario) de lo contrario.
Me has mencionado a la bicha... Cuando mi hijo tenía tres años, gritó con histeria al ver una foto de Imanol anunciando coñac: Papi!. Meses más tarde sorprendí absorto a mi mujer babeando en Zahara mientras comíamos en el mismo restaurante que él. Aquél día me dijo que el pargo estaba delicioso. Ahora, me consuela diciendo que tenemos el mismo aire ...
Riddleman
Qué bueno. Consuélate, al menos te pareces al ídolo de tu santa. El de la mía es Beckham (como hombre, no como futbolista, que de fútbol no entiende ni quiere entender), y yo me parezco a él como un huevo a una sardina.
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