05 mayo 2006

GORDAS FELICES

Harían las delicias de Rubens e, incluso, de algún “agrosexual” de los que confiesan su pasión por las hembras que tienen carnes donde poder agarrarse. Son las candidatas a “Reina Gran Talla 2006”, dieciséis mujeres “reales” que pondrán en liza sus encantos en la gran final que se celebrará en Barcelona el próximo 3 de junio. En la era de las pasarelas de la talla 34 y de las dietas milagrosas (lo tengo comprobado: la única dieta que funciona es no comer), esta imagen parece extemporánea. Pero observad las caras de felicidad de estas gorditas. Han desterrado de sus vidas las abdominales, la sacarina y los complejos. A ver si va a resultar que la lorza es bella.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Si a mediados del siglo XX, los caballeros las preferían rubias (Marilyn Monroe), pero se casaban con las morenas (Rosalind Russell), a finales de siglo, ellos las preferían gordas (Orquesta Mondragón), en pleno siglo XXI, las seguimos deseando gorditas. Y si no, Mike, ¿qué es lo que más te gusta de Angelina Jolie?... lo que tiene más gordo...sus labios; o ¿qué es lo que te quedarías de Pamela Anderson?, ... por supuesto, su forma de nadar; o ¿qué destacarías de Jennifer López?,..., indudablemente, lo bien que canta... Dejando aparte el chiste fácil, entiendo que la sociedad actual está poco a poco transformando el drama de las gordas (el problema de la talla a pesar de ser socialmente perfectas –Gorda, Teté Delgado) y aprendiendo a valorar esos valores sociales más que los valores estéticos. Prueba de ello es que una de las personas más queridas actualmente en España es Rosa una de nuestras gordas más insignes. Además, el interior perdura y el exterior se degrada con el tiempo. Cultivemos el interior...

Riddleman

Anónimo dijo...

Disculpa, Mike, pero la magia de internet nos hace poner caras, sexo, profesión, religión e incluso, tendencias sexuales, a personas con las que, en la más pura ortodoxia, no hemos hablado en la vida. En tu caso, creo, que no debe existir ninguna duda de tus gustos; basta con echar un vistazo a la “redoma”... Ello unido a que tu crónica se titula “gordas felices”, en femenino, me ha llevado a plantearte, sin ánimo de ofender, una serie de cuestiones sobre tu opinión de egregias féminas en clave siempre de humor. Pero para evitar agravios, corrijo el género y permítame el lector de tu blog suponer que cuando hablo en género femenino de las gordas debe tomarse también en masculino. Dicho esto y a efectos de mencionar simplemente algún ilustre varón, evocaré a los protagonistas de la película favorita de Elliot: ¿Qué es lo que hace más atractivo a Andy García?... lo que tiene más gordo, su mentón. Y ¿qué es lo que atrae a las chicas/chicos de Kevin Costner?... sus magníficas posaderas, ¿y de Sean Connery?, ... su enorme virilidad. Podríamos añadir alguno más en el terreno de lo físico: ¿Qué provoca el asombro y la exclamación viendo a Colin Farrell o a Nicolas Cage?... sus “dotes” interpretativas de cintura para abajo. Del interior, no insistiré más para no meter el dedo en la llaga ...

Riddleman

Mike Muddy dijo...

Vaya, vaya, veo que visitas La Redoma... Hace tiempo que tengo proyectado meter más fotos de iconos femeninos de nuestro tiempo (llamémosles así) e introducir un texto de cada uno de ellos, en efecto en clave de humor, pero ando apurado de tiempo. Todo se andará (os mantendré informados).
Añado aquí a vuestros comentarios que el atractivo de una persona es mucho más que su apariencia física; es más, hay gente que nos da más morbo que otra por su personalidad, sus gestos, sus pensamientos...
Y una posdata, haciendo los honores al doctor Lecter: "Codiciamos lo que vemos cada día". Lo que tenemos cerca. De modo que una compañera/o de trabajo nos puede poner más que Angelina Jolie o Nicholas Cage.

Anónimo dijo...

Eso es verdad. El problema es que si al doctor Lecter, amante de las artes culinarias, le hubiese gustado algún/a compañero de trabajo, se lo hubiese comido sin ningún tipo de prejuicio. Si a nosotros nos entra ese tipo de tentaciones, imagínate la que se puede armar. Sin embargo, la paciencia es una gran virtud y el día menos pensado puede sonar la flauta ... por casualidad.

Riddleman