26 marzo 2011

LAS RAZONES DE MCQUAID

Pat McQuaid, presidente de la Unión Ciclista Internacional, fue cocinero antes que fraile, pero no un cocinero cualquiera: embaucó a su paisano Sean Kelly para disputar una carrera en Suráfrica en una época en la que el COI había prohibido expresamente hacerlo a causa del apartheid. McQuaid y otros ciclistas viajaron a Suráfrica con nombres falsos, pero fueron descubiertos... y excluidos de los Juegos Olímpicos de Montreal 1976. Este es el mismo individuo que dice ahora que "nada me sorprende viniendo de España" y que "el caso Contador le ha hecho mucho daño al ciclismo". Un burócrata que intentó tapar al principio el positivo del corredor madrileño y que ahora justifica su apelación al TAS por la injerencia de Zapatero (que dicho sea de paso, metió la pata con su tweet, pero que el presidente meta la pata ya ha dejado de ser una noticia, al menos para este humilde blog). Que se ponga el foco en la supuesta presión de ZP para la absolución de Contador en vez de entrar en el fondo del asunto, la disparatada legislación antidopaje y el abatimiento de una pieza de caza mayor, me parece increíble, por mucho rollo de responsabilidad objetiva que esgriman algunos expertos jurídicos. Los científicos han dicho por activa y por pasiva que 0,00000000005 gramos de clembuterol por mililitro de orina no sirven ni para que McQuaid levante la persiana de su habitación. Mucho menos para ganar un Tour. Pero estos burócratas tienen que justificar su envidiable calidad de vida.

11 marzo 2011

DIVISIÓN EN EL 11-M

Hoy he librado, lo cual ayuda al saludable ejercicio de no leer, de no escuchar, de no ver las cosas que pasan y, al mismo tiempo, intentar que pasen cosas sencillas, como felicitar un cumpleaños o ir al teatro. No quería saber nada de un clásico: la diáspora de las víctimas del 11-M en media docena de homenajes más reivindicativos que conmemorativos. Ayer me propusieron hacer la llamada de todos los años. Despejé el balón lo más lejos posible. Pero el terremoto de Japón estropeó, en parte, mis planes de desconectar de la actualidad, de recordar sólo mi 11-M y evitar los 11-M de los demás. Que nadie se confunda: mi solidaridad con el dolor de las víctimas es absoluta y para siempre, pero no comparto las teorías conspirativas ni los discursos sectarios de algunos de sus representantes, y me entristece que cada año la cosa vaya a peor. Es una incongruencia pedir foco y micrófono y, al mismo tiempo, reclamar a los rivales ideológicos (porque de eso se trata) "déjennos con nuestro dolor, dejen en paz a nuestros muertos".

07 marzo 2011

Y ES QUE...

No hay crónica periodística que se precie que no contenga un "y es que...". La muletilla es pandémica en radio y televisión, y va haciendo fortuna en la prensa escrita, donde surge como champiñones tras la lluvia. Es prescindible en el 100 por 100 de los casos, por supuesto, pero parece que:
1) El periodista tiene que dejar claro que lo sabe todo del asunto que está contando. Por ejemplo: "Hay champiñones en el campo. Y es que ha llovido".
2) Si no dice/escribe la dichosa expresión es capaz de cortocircuitarse. Necesita el "y es que..." como el rey tartamudo Jorge VI necesitaba soltar tacos o cantar para no atascarse en sus discursos.
Para nota: el reporterillo castizo que dice "y ej que...".