26 diciembre 2005

MORIR EN NAVIDAD

Mi padre enfermó en Navidad. Depresión, decían los médicos al principio. Un tumor cerebral se lo llevó dos meses después. Desde entonces, no culpo a la Navidad, ni me entristezco más estos días que cualquier otro del año en que me asaltan los recuerdos. A este ejercicio me ayudan mis hijas, que son mi fuerza, pero también mi debilidad. Ayer, 25 de diciembre, murió el hermano de Alexis, compañero de fatigas, de risas y de confidencias. Llevaba en coma desde el verano, porque así es la vida cuando le da por joder. Pudo Dios o quien decida nuestro destino haber escogido otro día, pero no, tuvo que ser el día de Navidad: el sueño profundísimo se transformó en despedida, y la madre de Alexis tuvo que afrontar el dolor más terrible del mundo, perder a un hijo. La muerte no debería recrearse en su crueldad, alguien tendría que pararle los pies, al menos en estas fechas. Desde aquí todo mi afecto y solidaridad a Alexis y su familia.

22 diciembre 2005

LIBERTICIDAS

Sí, ya sé que Federico se pasa diez pueblos, que incendia la mañana, que insulta, que envenena la sangre... Sé que los del Grupo Risa han hecho una payasada intolerable fingiéndose Zapatero en una llamada telefónica al presidente electo de Bolivia, Evo Morales. Pero eso no justifica la Ley Audiovisual aprobada por el Parlamento catalán que permitirá a la Generalitat cerrar emisoras que le son hostiles (eso de que perseguirá a quien no dé “información veraz” me parece de chiste). Hablamos de censura pura y dura. Tanto dale que te pego con el franquismo y mira, los Carod y compañía lo han conseguido, lo han “resucitado”. Si Jiménez Losantos comete un delito, para eso están los tribunales. Que lo empapelen y ya está. Iñaki Gabilondo, el intoxicador de guante blanco, se tiró años faltando a la verdad (cómo mola este giro lingüístico políticamente correcto) desde su trinchera, donde aún buscan al terrorista suicida del 11-M y los votos que le tangaron a Kerry, pero a nadie se le ocurriría cerrar la Ser por eso. Si acaso, darle un premio. Iñaki purga ahora sus pecados presentando el informativo nocturno en Cuatro, con una audiencia insignificante. Confío que el ataque del tripartito a la libertad de expresión tenga su réplica en la próxima entrega de los Goya, con Animalario, los Bardem y la Sampietro al frente de la protesta.

21 diciembre 2005

COHECHOS NAVIDEÑOS

Cajas y más cajas. Paquetes y más paquetes. Pero todos pasan de largo. Algunos compañeros van en procesión al aparcamiento para llenar los maleteros de sus coches. Luego suben a la redacción y vuelven a cargar. Oigan, y por mi negociado ni una mísera agenda. Eso me pasa por escribir de inmigración, de violencia de género, de sucesos, de tráfico, de incendios, de temporales... A ver, ¿qué subsahariano de la valla o de la patera me va a enviar un regalito navideño si no tiene dónde caerse muerto? La verdad, recordando a esa gente, a los que se dejaron la piel a tiras (y algunos su último aliento) en las alambradas de Ceuta y Melilla, pienso que la Navidad, esta Navidad de comilonas y tarjetas de crédito quemadas, sólo alcanza a los de nuestra orilla del mapa.

19 diciembre 2005

BATIDO POR PAPUCHI

Hace un año publiqué un reportaje sobre el carné por puntos. Se titulaba: “Cómo perder el carné de conducir en una mañana”. Tuvo más de 20.000 visitas en la página web de ABC, y me sentí muy satisfecho. Durante unas semanas fui vigilando el ranking y comprobé, sorprendido, que aguantaba el tirón. Luego perdí el interés por estas estadísticas (seguro que me habrán superado varias veces durante estos meses, pero ojos que no ven, corazón que no siente). Hasta hoy. Hoy he tenido la certeza de la derrota. Papuchi me ha batido. “Fallece, en Madrid, a los 90 años de edad, el doctor Iglesias Puga” (más conocido como el papuchi de Julio Iglesias). Enfilando las 30.000 visitas a estas horas. No somos nadie, y menos al lado de estos bombazos informativos.

EL RETORNO DEL REY

No soy muy objetivo con Peter Jackson, porque llevó al cine el libro de mi vida y, además, lo hizo extraordinariamente bien. Así que tiene crédito conmigo para equivocarse unas cuantas veces. Le pasa lo mismo a Ridley Scott, por ejemplo, al que puse en los altares después de “Alien” y “Blade Runner” y ahí sigue, a pesar de algunos pinchazos evidentes. Pero es que Jackson ha hecho un “King Kong” que no es sólo la versión corregida y aumentada de las anteriores, sino que es gran cine, cine con mayúsculas, una montaña rusa de emociones y entretenimiento, una reinvención del mito de la bella y la bestia con una bella, Naomi Watts, que se sale cuando ríe, cuando llora y cuando mira, y una bestia que en su impresionante virtualidad es más real, más auténtica que algunos gorilas con los que nos cruzamos a diario. La recreación del Nueva York de los años 30 es maravillosa, y los efectos especiales convierten casi en una antigualla lo visto hasta ahora: la estampida de los dinosaurios por el cañón y la pelea de Kong con los tiranosaurios que se quieren zampar a su amada no tienen parangón. Jackson es el nuevo rey Midas de Hollywood, el niño grande que colecciona recuerdos del cine –figuras, carteles- y participa en el diseño de videojuegos. Ya no es el hobbit gordinflón que rodó “El Señor de los Anillos” (ha desterrado las hamburguesas de su dieta), pero sigue teniendo el mismo aire desaliñado, gamberro y cercano. Un peligro: que con la billetera llena se le vaya la pinza y olvide su oficio. Nos perderíamos algunas obras maestras que están por venir.

15 diciembre 2005

RÉQUIEM POR EL HUMO

Voy a dejar de fumar. No ha sido decisión mía, sino de los políticos, que se han puesto muy farrucos en la batalla contra el vicio. Qué pena. Ya no disfrutaré de esas inmensas humaredas que me han acompañado durante 18 años en la redacción, sobre todo en momentos de crisis (¡ah, ese 11-M y lo que vino después, jornadas de cuchillos largos respirando la nube tóxica en comunión con mis compañeros, cuántas crónicas inspiradas por la nicotina!). Nuestros ancestros guardaban la petaca en la papelera y cada lingotazo valía por una subordinada. Aquello se acabó. Ahora la peña consume botellas de agua mineral y, algún atrevido, coca cola light. Y nos quieren quitar el tabaco. ¿Cómo diablos pretenden que escribamos algo digno? Un periodista sin humo es un vulgar juntaletras, válgame el cielo. Ya no apestará la ropa al llegar a casa, ni tendré que colgarla en el tendedero para que se airee, ni podré tirarme el pisto con mi santa (es que mi curro es muy estresante, cariño, y los pitillos se chupan a paquete por hora). ¿Y las discusiones? “¡Cierra la ventana, que se me escarcha el moquillo!”. “¡Pues apaga el cigarro, coño!”.
“Desinamus quod voluimus velle”, escribió Séneca. Dejemos de querer lo que hemos querido.
Pues eso. Voy a dejar de ser fumador pasivo.

13 diciembre 2005

CHAPAPOTE RELOADED

Cuatro viajes a Galicia, casi 10.000 kilómetros de “callejeo” por la Costa de la Muerte y las Rías Bajas y decenas de crónicas y reportajes después me acabo de enterar por El País de que el Gobierno de Aznar decidió alejar el “Prestige” de la costa. Exclusiva mundial. Ah, que la decisión se tomó desde el primer momento. ¿Antes o después de que Mangouras, el capitán del petrolero, avisara a Salvamento Marítimo de que se hundía irremisiblemente? Eso no lo cuenta mi admirado Luis Gómez de la época en que escribía de ciclismo, no tan admirado desde que se dedica a los sucesos-ficción. En fin, los chicos de Polanco se creen que los lectores somos idiotas. Insisto: hablo como lector de toda la vida, no como periodista. Siguen teniendo el mejor producto, pero un tercio del mismo es para potar y la gente ya lo va notando. Así están, haciendo campaña en Madrid. El otro día me llamaron por teléfono para que me suscribiera, y les dije que eso no, pero si tenían una oferta de trabajo me lo pensaría (ahí habló el periodista, no el lector).
Sobre el “Prestige” tengo claras un par de cosas: que fue un accidente y que el PP gestionó fatal la crisis, con torpeza y sin reflejos. Si era mejor alejar el buque o embarrancarlo en alguna playa o acantilado –veo complicado que hubiera sido posible llevarlo a algún puerto de refugio, entre otras cosas porque no existe tal instalación en Galicia-, tengo mis dudas. Al alejarlo se esparció el vertido; si se hubiera llevado a Muxía, por ejemplo, de cuyo litoral estuvo a tiro de piedra, habría sido el apocalipsis para el pueblo. El propio alcalde, del PP, me confesó, en un arranque de solidaridad suicida, su preferencia por la segunda opción. Discusión bizantina en cualquier caso: le sugiero al próximo Gobierno que sufra una marea negra, que todo se andará (espero que no le ocurra a Zapatero, no es por nada, ¿eh?), que pruebe esta solución a ver qué tal.
Así que el “Prestige”. E Irak, naturalmente. Cuarenta infernales batallas en 48 días. Joder, ni un fanático de la Play Station sufre tanto estrés bélico. Y sin un rasguño, colegas. Vaya tropas que tenemos, la hostia. Con la que está cayendo, el PSOE y Polanco, tanto monta, monta tanto, han recuperado a sus clásicos. Los estrategas llaman ahora a eso "contraprogramar". Puestos a sacar cadáveres del armario podríamos hablar de los GAL, los fondos reservados y Roldán. O, sin irnos tan lejos, del incendio de Guadalajara, donde murieron once personas. O, para centrarnos en lo peor, del 11-M. Yo sigo queriendo saber la verdad. ¿Para cuándo un análisis en El País?

Nota: El juez de Corcubión se negó dos veces a incorporar al sumario las "nuevas" cintas del "Prestige" por irrelevantes (ABC, 14-12-2005). "Es un criterio generalmente admitido que las eventuales responsabilidades políticas fueron solventadas en las elecciones que perdió el PP. Insistir por esa vía tres años después, resucitando la subcomisión parlamentaria constituida en su día, resulta hoy bastante artificioso" (glorioso editorial de El País, 14-12-2005, enmendándose la plana a sí mismo tres días después de resucitar el chapapote).

12 diciembre 2005

EL IMPERIO GALLEGO

Era cuestión de tiempo. Los del benegé quieren anexionarse zonas de Asturias y León, y, a poco que los dejen, cruzarán el charco para reclamar territorios de ultramar, porque también en América se habla gallego. Es lo que pasa cuando el Partido Socialista Ex obrero Ex español pacta con los nacionalistas para tocar poder: los socios rompen la Constitución hoja a hoja y montan la subasta de lo que ellos llaman “entidad supranacional” en menos que se chupa un espárrago. Zetapé, el Señor de las Tribus, podría frenar a la jauría que ha soltado si contara con el anillo único para gobernarlos a todos, pero a estas alturas le han robado hasta la bisutería. Me entristecería que Galicia tomara el mismo rumbo que Cataluña o el País Vasco, porque es una región de España que aprecio especialmente y tengo amigos y recuerdos gallegos en mi equipaje. He viajado mucho por allí en los últimos años, por trabajo y por turismo, he vivido dos mareas negras, he sido feliz disfrutando de sus piedras y su gastronomía, he sentido vértigo en sus acantilados, me he reído perdiéndome en sus rotondas y en sus acentos... Los gallegos son apreciados en todas partes, Anxo, y ése es el imperio que cuenta, el de los sentimientos, no el de cuatro provincias y cuatro pueblos fronterizos.

09 diciembre 2005

LA LIBERTAD MOLESTA

El 43 por ciento de los periodistas españoles con página web propia asegura haber recibido amenazas por los comentarios recogidos en ella, según el Informe Anual de la Profesión Periodística 2005, que edita la Asociación de la Prensa de Madrid (APM). Vaya, si seguimos así el futuro no será digital y republicano, como sostiene un amigo. Este mismo colega estuvo dándome la brasa con las bitácoras en una época en la que yo no les veía demasiada utilidad –escribo un diario a la antigua usanza desde hace 25 años, y ya me cuesta bastante mantenerlo vivo como para preocuparme por un blog-, pero al final creé “Pueblo de ballenas” por una necesidad compulsiva de desahogo y transgresión. Luego me dejé seducir por el carácter libérrimo de la fórmula y ahora, lo reconozco, soy todo un converso. Pero me preocupa la citada noticia. Me preocupa que los torquemadas no se extingan, que siempre haya algún capullo de guardia para estrangular cualquier soplo de libertad con su cordón umbilical.

08 diciembre 2005

PLAN CONCILIA

Quiero ser funcionario. Oiga, ministro Jordi, lo de los diez días por paternidad... ¿me los podría cobrar con carácter retroactivo? Y eso de salir a las seis de la tarde... ¡qué lujo, don Jordi! No me extraña que esté feliz “como ministro, como padre y como funcionario”. Aunque mi periódico considera en su editorial de hoy que esa conciliación de la vida laboral y familiar es insuficiente y electoralista. Claro, aquí nos lo montamos mucho mejor. Que entrevisten a mis hijas y verán lo contentas que están de compartir conmigo una hora al día, de 8 a 9, tiempo en que gestiono su despertar, su desayuno y su traslado al cole. Cuando las dejo en la puerta les digo: “Hala, hasta mañana”. Vamos, que están agotadas de ver a su padre. El “Plan Concilia” sólo afecta a la Administración General del Estado, así que habrá movidas por eso de los agravios comparativos. Lástima que el Gobierno no sea más ambicioso: si ampliara su propuesta a otros colectivos y, de paso, diera el voto a los inmigrantes -incluso a los “sin papeles”- podría estar en el machito por los siglos de los siglos. Piénselo, don Jordi.

06 diciembre 2005

LOS MATONES

Una cosa es dormir con el enemigo y otra muy distinta amancebarse con él. Eso vino a decir hoy ZP a un grupo de periodistas en el Congreso de los Diputados con motivo de la recepción ofrecida por el 27 cumpleaños de la Constitución. ¿Está preparándose el terreno este fino estratega de la política para cambiar de compañeros de cama? Cualquiera sabe. El caso es que los reproches del presidente a los matones de ERC sonaban casi como los de Arzalluz a los “chicos de la gasolina”. Tirón de orejas, y poco más. No le gusta que exijan al Rey que pida perdón por las víctimas de franquismo, que protesten ante las puertas de medios de comunicación o que sus cachorros celebren un acto para romper páginas de la Carta Magna. “Pero ERC representa a medio millón de ciudadanos catalanes y, por ello, hay que respetarlos”. Me encanta este tipo. Si no fuera porque es peligrosísimo hasta tendría un póster de él en mi habitación. Si no fuera porque los Carod-Rovira, Puigcercós, Tardá, Puig, Benach y compañía tienen muy clara su misión en la vida los tomaría como personajes de cómic.

01 diciembre 2005

MALDITA ROWLING

He ido al cine a ver la cuarta entrega de Harry Potter. Sesión de tarde, lo que significa niños aullando. Claro que algunos se han callado de golpe cuando la pantalla les ha soltado el sopapo del tráiler del “King Kong” de Peter Jackson. Había una madre en la fila de delante con una criatura de dos o tres años que se ha garantizado noches de insomnio para los próximos seis meses. Y Potter no es, precisamente, Winnie The Pooh. Así que los críos han tenido taza y media de terror. Aunque reconozco que los hay muy duros (tanto, que me dan miedo a mí). Yo a las mías, de momento, les evito estos tragos. La película mantiene el buen nivel de la saga en su versión cinematográfica. Los libros son otra cosa. Me he leído los dos primeros, y los filmes son superiores. Pero centrémonos. La envidia insana me corroe. Quiero ser J. K. Rowling. No me trago la leyenda que circula sobre ella -eso de que escribía sus cuentos en servilletas de papel y que la historia de Potter se le ocurrió en un bar donde penaba sus miserias y soledades-. Rowling sabía lo que se hacía. Metió en una coctelera a Dickens, Tolkien y C. S. Lewis y añadió de su cosecha a un joven aprendiz de mago. Genial. Y, después, carril. Libros, películas, videojuegos, mercadotecnia, bolos por todo el planeta, premios... Ahora tiene más pasta que la reina de Inglaterra, aunque no es eso lo que le envidio. No. Le envidio que haya podido cumplir su sueño y comprar la libertad de hacer lo que le venga en gana.