26 diciembre 2008

LA DISOLUCIÓN DE LA COMUNIDAD

Crisis de la prensa, fútbol, teatro, cine, viajes y otros temas mundanos en apenas diez minutos de tertulia. Mejor en el pasillo, que hace más fresco, después de sacar los correspondientes cafés con avellana de la máquina expendedora del presunto bar, a veces un capuchino, un poleo menta o una botella de agua. El ritual se ha repetido en sesión de mañana y tarde durante varios años. Una licencia de veinte minutos al día para cuatro no fumadores parece razonable. Y el convocante, casi siempre, ha sido el mismo: alguien que, estos días, con poco más de 50 años a sus espaldas, en lo mejor de su carrera profesional, un tipo culto, amable y cabal, resulta ser un desecho para los timoneles de la empresa. Por encima de sus cualidades periodísticas es mi amigo, así que me partiré la cara por él, advierto. Sé por experiencia propia que detrás de estos descarrilamientos no hay nada personal, sino la incompetencia de quien dilapida un patrimonio intangible para que le cuadren los números, aunque siempre hay un tonto útil que le pone el cascabel al gato y une a la gestión la desfachatez de soltar a la víctima un discursito complaciente y, lo que es peor, de darle una palmadita en la espalda a modo de despedida. "Contamos contigo", como el viejo lema del régimen. Y el ejecutado en cuestión, que es buena gente, pone cara de "con este beso me entregas, Judas", recoge sus cosas, mete los archivos útiles en un pen drive y se toma el último café avellana en ese desangelado pasillo donde hemos intentado arreglar el mundo. La comunidad del cafetillo, como dice con humor, se disuelve, pero estoy convencido de que se refundará fuera de estas paredes y de estas fatigas y que pronto el alguacil será alguacilado (postrer guiño quevediano para un amante de la escena).

24 diciembre 2008

FELIZ NAVIDAD

Algunos medios que habitualmente no se ocupan de estas cosas nos recuerdan hoy que en el mundo hay 9 guerras y una treintena de conflictos graves. La paz va por barrios, en efecto. Conozco gente de mi entorno que libra una dura batalla contra la enfermedad. Mi pensamiento va, en primer lugar, hacia ellos. Sobre el resto del sufrimiento humano intento, al menos, evitar el fariseísmo. A los lectores de Pueblo de Ballenas os deseo toda la salud, paz y felicidad que seáis capaces de reunir, y que en 2009 un ERE no se nos lleve por delante.

22 diciembre 2008

COHECHOS NAVIDEÑOS (III)

Me llaman de cartería. "Tiene usted un paquete". Como no doy crédito, tardo un par de días en bajar. En efecto, tengo un paquete. Grande. Aunque no pesa mucho. Pero algo es algo. Como estoy de buen humor me descuelgo con una pregunta solidaria. "¿Qué, se nota la crisis?". Miradas de circunstancias. Los del servicio de reparto están hasta las narices. Lo de siempre. Además, tienen que avisar a los compañeros que han causado baja en la empresa en los últimos meses y aún reciben correspondencia aquí. Me piro con mi regalo. Llego a mi puesto. Cojo las tijeras y corto las cintas. Dentro hay un folleto de Disneyland París y una pequeña caja. No sé por qué me envían algo estos tipos, pero ese debate ya lo tendré luego. A lo mejor es una invitación para ir al parque. O un mp3 tuneado con el careto de Mickey.
Pues no. Es una bola para colgar en el árbol navideño.
Tócate los huevos.

Cohechos navideños I y II.

21 diciembre 2008

PICNIC BAJO LA TORMENTA

No sé si los ricos también lloran, pero, desde luego, no son tan listos como se creen. Tal vez se dejen llevar por la molicie a causa de una billetera desbordante, aunque al menos deberían aplicarles un ERE a los asesores que les recomendaron invertir en productos Madoff. Esa es una de las conclusiones sorprendentes que sacamos los pobres ignorantes ante la noticia de esta multimillonaria estafa a nivel planetario. Otra, que ese trilero de aspecto anodino no esté ya en el trullo -lo del arresto domiciliario y el brazalete electrónico no se lo aplicarían a un ladrón de gallinas, por ejemplo-. Claro que antes de ver la paja en el ojo del rico deberíamos ver la viga en el nuestro. Aquí estamos los españolitos de infantería disfrutando de un picnic bajo la tormenta, con unas tragaderas que ni Gargantúa y Pantagruel. Tenemos nuestro particular tahúr, el ínclito Zapatero, que negó la crisis hasta el último segundo y que ahora anuncia remontada primaveral. Y luego los apóstoles del laicismo critican a los católicos que se creen el tercer misterio gozoso que se celebra, por cierto, uno de estos días.

El presidente del Gobierno, cejas puntiagudas en cara de cemento, recuerda a Jack Skellington suplantando a Santa Claus en "Pesadilla antes de Navidad". De los paquetes que nos dejará junto al árbol no saldrán empleos, sino cartas de despido en la mejor tradición gamberra del personaje de Tim Burton. Pero, felices y narcotizados, seguiremos de picnic.

12 diciembre 2008

YO ME VOY DEL MANZANARES

El himno deberá cambiar ("Yo me voy al Manzanares, al estadio Vicente Calderón, donde acuden a millares, los que gustan del fútbol de emoción..."). También las costumbres. La imposibilidad de aparcar, al menos legalmente. La estación de metro de Pirámides. Las citas en el puente de Toledo. Los minis en los baretos de siempre. La humedad del Manzanares. El sol poniéndose detrás de la Ermita del Santo. La procesión por el Paseo de los Melancólicos con el berrinche encima tras el partido. Desinamus quod voluimos velle (Dejemos de querer lo que hemos querido), que dijo el clásico. Para un sentimental como yo, el golpe es duro, pero estoy convencido de que el cambio será para mejor. Un estadio moderno con capacidad para 75.000 personas (20.000 más que el actual) y, además, al lado de casa. A lo mejor hasta me hago socio, como en la década de 1980. Sólo falta que a la modernidad del escenario se le añada una más importante, estructural, para dejar atrás viejos complejos y fantasmas.

En la imagen, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y el presidente del Atleti, Enrique Cerezo, firman el acuerdo para la ampliación del Estadio Olímpico como futura sede del club y el derribo del Vicente Calderón.

El derribo del Vicente Calderón... cielos, donde Bruce dio el concierto de nuestras vidas.

09 diciembre 2008

PENÚLTIMO TANGO EN BUENOS AIRES

La ciudad con la calle más ancha del mundo, o eso dicen, ha sacado a pasear su piel bajo un sol sofocante. Mientras en España enfilamos el duro invierno, aquí las terrazas están puestas y Papá Noel viaja con chanclas y camiseta sin mangas, aunque un pasquín sensacionalista proclama la muerte del barbado a causa de los crímenes que asuelan la urbe. La Boca es un cocedero de turistas que dejan (ellos) que les anuden un muslo en la cintura o (ellas) que les guíen en un giro con sacada, aguja y ocho cortado. Una foto por un puñado de pesos. Circulan billetes falsos en estos tiempos de zozobra, el cambio de moneda no se libra de la mordida y, en los parques, los pájaros de cuenta se cagan sobre los turistas y, a poco que se descuiden, les limpian la cartera. Buenos Aires es tan presumida como la primera vez que la vi, pero más decadente. Te pega la hebra como el relaciones públicas de un restaurante de lujo: empieza a hablarte de las excelencias del bife de Kobe y acaba reseñando sus conquistas femeninas. La carne se confunde con las apariencias.

05 diciembre 2008

COMPRAVENTA DE BASES EN LA ANTÁRTIDA

La base ucraniana Vernadsky inició sus operaciones en 1996 después de que el British Antarctic Survey vendiera la antigua base Faraday a la Academia de Ciencias de Ucrania por el simbólico precio de una libra esterlina. Faraday alcanzó renombre mundial en 1985 cuando sus científicos descubrieron el agujero en la capa de ozono. Ahora huele a choto y es famosa por su bareto (el pub más austral del mundo), herencia británica, donde se sirve una copa de vodka gratis a las mujeres que dejan su sujetador aquí. Hablando del asunto de la compraventa de solares en la Antártida se nos ocurrió a algunos viajeros que sería una buena idea invertir en la zona (parece que los precios son asequibles), construir varios chamizos y vendérselos a Ibarretxe o Carod-Rovira para que monten una embajada de Euskal Herria o Catalunya. Podrían luego instruir a los pingüinos en el idioma y las costumbres de esas grandes naciones. Por supuesto les cobraríamos una cantidad justa para poder retirarnos a una isla del Pacífico y olvidarnos de la crisis.
Después de las risas, a los de la tertulia se nos demudó el rostro: la hipótesis que acabábamos de plantear era absolutamente verosímil.

04 diciembre 2008

ESENCIA ANTÁRTICA

La tripulación del MS Fram llama al Canal de Lemaire el "Kodak Crack" por la cantidad de disparos de las cámaras que se escuchan durante la travesía. Con 11 kilometros de longitud y 1.500 metros de anchura, fue descubierto por una expedición alemana durante el verano austral de 1873-74, pero no fue navegado en su totalidad hasta el viaje de Adrien de Gerlache a bordo del "Bélgica", en 1898-99. Gerlache lo bautizó en honor del explorador del Congo Charles Lemaire. El paisaje es sobrecogedor. El Fram atraviesa unas aguas sembradas de galletas de hielo, flanqueado por imponentes acantilados y glaciares que hunden sus lenguas en el mar. El viento se ha apropiado en exclusiva de la banda sonora de este rincón de la península Antártica, un desierto helado e inhóspito que provoca un subidón de emociones.