24 junio 2006

EL MARTILLO PILÓN

La frase de Gary Lineker sigue vigente: “El fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y siempre gana Alemania”. Tres Mundiales (con siete finales jugadas) y otras tantas Eurocopas jalonan el recorrido de estos tipos tan alejados del “tiqui taca”; si acaso, practican el “raca raca la matraca”. Un martillo pilón. Unos pesados. Tengo que decir que los rivales hacen una contribución impagable al mito, como hoy Suecia, que ha lanzado un penalti como un ensayo de rugby. La única selección alemana brillante que recuerdo es la del Mundial de 1974, con los Beckenbauer, Breitner, Müller, Hoeness y Maier. La de España 82 era lamentable al lado de aquellos maravillosos equipos de Brasil y Francia, y nunca debió llegar tan lejos. En Italia 90 ganaron la peor final que se recuerda a una patética Argentina. Y qué decir del Mundial de Corea y Japón, hace cuatro años. Por suerte los ajustició Ronaldo en el último suspiro. Pero ahí está, con sus títulos, mientras la increíble Holanda de los años 70 se quedó dos veces a las puertas. La actual Alemania es un equipo ramplón que no ilusionaba ni a los suyos antes de esta cita. Unos tallos que corren y corren, y poco más. Pero el camino, hasta ahora, ha sido de rosas, y los aficionados se despelotan de contentos. Lo malo es que después del trámite ante Suecia, Argentina e Italia se asoman en su horizonte, así que los Ballack, Klose, Podolski y compañía tendrán que hacer algo más que correr si quieren seguir haciendo buena la sentencia de Lineker.

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