05 febrero 2006

LOS PAPELES Y EL PAPELÓN

Escuchando a Maragall parece que la Guerra Civil sólo se cobró víctimas en Cataluña, y que los papeles de Salamanca (rebautizados como “papeles de la dignidad” por la empresa nacionalista Agraviados, S. A.) contienen células madre más eficaces que las del cordón umbilical para curar las heridas del alma. En fin, con su pan se los coman, como todo lo demás. Me gustaría saber, cuando acabe la exposición itinerante, cuántas personas han perdido el culo por ver los legajos de marras, gran preocupación -junto al Estatut- de una sociedad ensimismada en deudas históricas mientras hipoteca el futuro de sus ciudadanos. Tapar vergüenzas como la del Carmelo o imponer una política lingüística más propia del nazismo sí que es un papelón, Pasqual. “Madrid se va”, escribiste una vez. No. Madrid está ya a años luz, y no sólo por su vitalidad económica, sino por su apertura de miras. Y cuando funcione la T-4 en Barajas va a ser la hostia. Y cuando organicemos unos Juegos Olímpicos, que es sólo cuestión de tiempo, ya no os curan la mala baba ni los “papeles de la dignidad”. Vosotros seguid a lo vuestro, revisitando el pasado a todos los niveles, incluido el deportivo (patética y rencorosa pregunta la de un periodista culé -sí, allí la prensa ejerce sin ningún disimulo- al entrenador del Atleti, Pepe Murcia, tras la derrota del Barça a manos de mi equipo, que rompía una racha impresionante en la Liga: "¿Qué tiene más valor, el récord del Real Madrid en los años 60 -15 victorias consecutivas- o el del Barcelona de hoy -14 victorias-?"). Nosotros, mientras tanto, seguiremos ganando la batalla del futuro.

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