18 febrero 2006

¿DÓNDE ESTÁBAIS EL 23-F?

Mañana publico una entrevista / diálogo con cinco periodistas que fueron testigos directos del asalto al Congreso el 23-F. A la tribuna de prensa le salieron muchos clientes después, a los que Víctor Márquez Reviriego, Manuel Antonio Rico, Julia Navarro, Susana Olmo y Charo Zarzalejos no recuerdan haber visto el día D en la hora H, pero así se escribe la historia (no dejéis que la realidad os arruine un buen reportaje, ni os excluya de escenarios históricos; me conozco a algunos que dirán dentro de un tiempo: “yo estuve en la Ruber bajo la ventisca cuando nació doña Leonor”). Me ha costado un mundo ordenar el puzzle de sensaciones que me soltaron torrencialmente estos tipos. En un momento de la charla, Rico me preguntó dónde estaba yo en tan señalada fecha (estoy de acuerdo con Manuel Lucena, que hace también mañana un análisis de los libros que se han escrito a rebufo: hay años que parecen reducirse a uno solo de sus días, como 1981). Mi historia es mucho más prosaica: estaba en el instituto. Me enteré del golpe al acabar las clases, cuando me disponía con mis colegas a comprar suministros para hacer botellón (calimocho, creo recordar). La señora de la tienda, que oía la radio, exclamó: “¡Cabrones!”. No a nosotros, sino a Tejero y cía. Con el país en peligro no nos quedó más remedio que aplazar el botellón y las confidencias sobre chicas en el parque y dispersarnos camino de nuestras casas, donde las radios aullaban (gran servicio el de aquella SER pre-Polanco). Noche en vela. TVE pasó “La princesa y el pirata”, de Bob Hope (ahora me parece surrealista), hasta que el Rey nos hizo "juancarlistas" a muchos con su alocución. Al día siguiente, en el aula, escuchamos el transistor de extranjis, y cuando por fin acabó todo lo celebramos con vítores y haciendo los honores a ese calimocho aplazado. No me acuerdo si por entonces quería ser periodista (revisaré mi diario) o tenía bastante con lidiar con la profesora de Física, que jamás me comprendió. Mi 23-F ha sido el 11-M. Les pedí a mis entrevistados que los compararan -no en su naturaleza, sino como los dos grandes sucesos patrios desde el fin del franquismo-, y le quitaron bastante hierro a los atentados de Madrid (sin menospreciar su brutalidad). Me sentí un poco decepcionado, pero comprendo sus argumentos. Aquella hora de España fue realmente difícil.
¡Veinticinco años ya! ¿No es dramático?

2 comentarios:

Unknown dijo...

Era árbitro de fútbol, sí cucaracha negra en campos de tierra. Teníamos la reunión semana: comentar incidencias, repartir partidos... La secretaria del Patronato Municipal de Deportes escuchaba la radio en la antesala. Entre los árbitros había uno de extrema derecha y otro de extrema izquierda (no recuerdo los partidos a los que pertenecían). Unos temblamos, otros no.

Anónimo dijo...

La mejor tertuliana de la Radio es Charo Zarzalejos