EL COMIENZO DEL BIG BANG

Estamos ante el inicio del principio del empiece de la raíz del nacimiento del prólogo del origen de la génesis del fin. No sólo del fin de ETA, sino del fin de una era. Zapatero el anestesista no tiene tiempo ni ganas para acudir al Congreso de Víctimas del Terrorismo; está muy ocupado en el cultivo de adormideras y en el comienzo del Big Bang: el pasado ya no cuenta, salvo para reinventarlo (en el Neolítico Cataluña ya era una nación y en el siglo V los suevos fundaron Galicia), para recordar los pasajes que interesan (Pepiño Blanco ha relacionado hoy las imágenes de los soldados británicos golpeando a jóvenes iraquíes con el apoyo de Aznar a la guerra) o para superarlo (pacificación del País Vasco por encima de la dignidad de los muertos). Lo que importa de verdad es el nuevo universo que se propaga bajo la hégira Zetapé: las nacioncitas históricas deciden qué competencias tiene España; los terroristas pagan sus crímenes a precio de amigo; la alianza de civilizaciones es la luz que ilumina el mundo... En fin, no digáis que no vivimos días apasionantes: una nueva era se abre ante nuestros ojos. Qué gran historia cuando tengamos nietos.