Un año más, ni una agenda. No tengo estómagos agradecidos ahí fuera. ¿Seré un borde? Bueno, para ser justos, Caldera me ha enviado un christmas. No me guarda rencor. Hace unos días vi a unas compañeras en el aparcamiento del periódico empujando un carrito del carrefour cargado hasta los topes de paquetes. Chicas, ¿qué les dais? Escriben para Infoempleo, el suplemento que publicamos ahora en sustitución del ABC Nuevo Trabajo, pero ellas no tienen la culpa: conocieron aquellos números de contenidos aceptables y (sobre todo) cien páginas de publicidad. Algún apóstol de la norma "si una cosa funciona, cámbiala" arruinó el invento. Pero me estoy desviando del tema. Los más beneficiados de los cohechos navideños son los redactores del área económica, incluyendo los colaboradores de la citada gacetilla sepia. Se forran. Me alegro por ellos, algo bueno debe tener dedicarse a las opas y a la crisis de Air Madrid. Además, peor es lo de los políticos. En las Cortes Valencianas, por ejemplo, sus señorías han recibido este año una PDA con cargo al contribuyente. El año pasado fue una televisión de plasma, y el anterior, una videocámara. Supongo que en cada comunidad, realidad nacional, nacionalidad histórica y nación será más o menos lo mismo. Para el año que viene tengo apalabrado un reportaje de este asunto a medias con un compañero que está igual de indignado que yo. Será porque tampoco ha recibido ni una agenda de bolsillo.
Cohechos navideños (I), aquí.
25 diciembre 2006
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1 comentario:
Yo tampoco he recibido nada, y también me indigna ver como otros compañeros salen con los coches cargados de cohechos y encima descojonados... Que conste que yo sí soy borde lo reconozco.
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