Todos coinciden aquí, sin que sirva de precedente: murió el tirano escabullido. En Chile no coinciden; no sé qué tienen los dictadores que terminan por seducir a una parte, y no sólo por clientelismo. Quizás pisotear, encarcelar y asesinar sea carismático. En fin, de la supuesta sabiduría de los pueblos habría mucho que hablar. Murió sin ser juzgado por sus crímenes. Pepiño le echa la culpa al Gobierno de Aznar, “que no hizo nada para que Pinochet fuera juzgado en España”, y, de paso, afea al PP que reivindique la memoria histórica de las víctimas de la dictadura en Chile y se la niegue a las de la dictadura franquista. A la hora de explicar cualquier sucedido en clave doméstica aprovechamos hasta las raspas del pescado.
De acuerdo, a Pinochet no lo han juzgado los hombres, pero lo juzgará la historia. No es poco el consuelo. Augusto, el miserable liberticida. En ese viaje al infierno o a ninguna parte espero que se le hayan aparecido los desaparecidos. Un segundo de terror habrá merecido la pena.
Fidel es el siguiente. Dos telediarios. Ya ha puesto sus barbas a remojar. Pronto, a pesar de lo distintos que se creen (y los creen), Augusto y Fidel serán más iguales que nunca.
11 diciembre 2006
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2 comentarios:
http://www.guerraeterna.com/archives/pagina12_pinochet.jpg
Creo que la he puesto mal:
http://www.guerraeterna.com/
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