Cuando Rubalcaba dice "créanme", malo. Cuando lo repite media docena de veces, peor. En la estrambótica rueda de prensa de ayer (a cuántas convocatorias de éstas no debería acudir la prensa, pero le hemos cogido gusto a que nos tomen el pelo) el ministro del Interior sólo dijo una cosa sensata: "El proceso no se puede radiar ni televisar", aunque él precisamente no cumple la consigna ofreciendo shows lamentables. OK, Alfredo. Discreción. Manténme en la ignorancia. Vía libre para decirle a ETA que entregue las armas y aclararle que de autodeterminación y Navarra, nada de nada. Me da igual dónde, cómo, cuándo y con quién te reunas. Tómate tu tiempo. Y cuando haya acabado todo, para bien o para mal, me lo cuentas. Pero estas comparecencias teatrales de "fase preliminar" tienen el tufo del amaño. Créeme.
P. D. Una "novedad relevante", ministro: Un grupo de encapuchados ha quemado esta tarde un autobús urbano en San Sebastián y ha atacado con cócteles molotov un cajero automático y la Comandancia de Marina. ETA seguirá informando.
21 diciembre 2006
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