FELICIDAD INTERIOR BRUTA

Pepiño se reúne con los nacionalistas para hablar de las primeras facturas. Todo son sonrisas, aunque Bono no les mola para presidente del Congreso, es demasiado "español". Los diputados recogen sus actas tras unas vacaciones cuasi escolares. La Cámara es una fiesta. Diálogo y consenso son las palabras de moda en el inicio de la nueva legislatura. José Antonio Alonso, nuevo portavoz socialista, garantiza el mantra. Además, en el bando contrario ya no está Zaplana el crispador. La crisis económica ha llegado, pero no problem, be happy, el tipo que la negó la va a solucionar porque es sensato. Mister Bean ha regresado de Doñana, ya nos sentimos menos huérfanos. Estamos a punto de llegar a la Felicidad Interior Bruta (FIB) que preconiza el rey de Bhután. Sin embargo, para que la maquinaria eche a andar hay que hablar con los mismos de siempre, los de "qué hay de lo mío".
Llamo a una amiga gallega votante del benegé. Tras un rato de conversación, le pregunto sobre el inicio de la persecución del castellano en Galicia. Prefiere cambiar de tema. Me pongo pesado: ¿En qué idioma hablamos tú y yo? Prefiere colgar. ¿Cómo era eso? Las urnas han hablado y hay que encogerse de hombros. Relativizar. Que nada ponga en peligro la FIB.