LAS OTRAS ELECCIONES

Intento abstraerme, pero esto es como el bombardeo de Londres por la Luftwaffe. Como aquí encarga encuestas hasta el tato y la ex prensa seria pone titulares chorras a cuatro columnas ("Zapatero tumba a Rajoy", portada de El País de ayer, y eso que este diario no hace crónica pugilística por exigencia de su libro de estilo) es muy difícil escabullirse. Pero la noticia de hoy son las otras elecciones, las de los obispos. Un asunto que sólo concierne a los católicos (aunque a la inmensa mayoría le importa un bledo) ha provocado un tsunami de declaraciones y advertencias por parte de la progresía y de la chusma tribal. Ahí tenemos a Gaspy, el que quema fotos de los Reyes en el ciberespacio: "La derecha ha ganado las únicas elecciones que podía ganar, las de la Conferencia Episcopal". A Anxo, líder de los matones del benegé: "No habrá problema si el cardenal tiene muy clarito la división de roles entre Iglesia y Estado". A Chaves: "Que la Iglesia no olvide que estamos en un Estado laico en el sentido de aconfesional" (como orador, el presidente andaluz es limitado en el sentido de corto). A Carme Chacón, ministra de Vivienda (exitoso departamento), que algunos apuntan como sucesora de Zapatero: "No es una buena noticia para Cataluña, pues con la elección de Rouco se consolida la radicalización y el extremismo" (cuidado, Carme, me veo a los curas marchando cual cruzados sobre los països catalans). Y, por supuesto, a Zeta, que pondrá "los puntos sobre las íes" a los clérigos si gana las elecciones. Y todo esto para no hablar de los 100.000 parados más con que se cierra la legislatura. Si no existieran los obispos, habría que inventarlos.