17 septiembre 2007

AQUÍ, UNOS AMIGOS (SEGUNDA PARTE)

Hace un año escribía emocionado por la victoria. Hoy escribo emocionado por la derrota. Tengo que reconocer que me llevé un berrinche de los que hacen época, y eso, en un seguidor del Atleti, ya es decir mucho. No me dolió por mí, ni por mi país (la selección de baloncesto une, es cierto, como unen Alonso y Nadal, porque son de los "nuestros", pero deploro la demagogia barata que se hace con los éxitos en el deporte por advenedizos como los que ayer llenaban los palcos). Me dolió por los jugadores. Por este grupo de amigos que, a pesar de estar en la élite, de ser campeones del mundo, de jugar muchos de ellos en la NBA, se comportan como chicos de barrio, son ambiciosos y competitivos, amables con la prensa, cariñosos con el público, hacen autocrítica y miran para el futuro. Estaba yo con mi desolación a cuestas, sin poder articular palabra, cuando la imagen de Pau abrazando a Kirilenko (la felicitación y el consuelo) actuó como un bálsamo. En la derrota, a veces, también se gana: no una copa o una medalla, sino el respeto y la admiración. Y esos trofeos tienen un valor incalculable. Gracias, y nos vemos el verano próximo en los Juegos de Pekín.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No nos ganó Rusia.Perdimos nosotros.
Es una pena porque de 20 partidos les ganamos 19 veces...
Si tengo que decir que se les veía cansados pese a que Pepu había rotado bien a la gente...

Pasado mi también monumental cabreo: ¡En hora buena "campeones"!