19 abril 2006
DIOS MÍO, ESTÁ LLENO DE IDIOTAS
A una amiga suelo decirle, medio en broma medio en serio, que si alguna vez desaparezco que me busque en Nueva Zelanda. Siempre me ha llamado la atención ese país por sus extraordinarios paisajes, incluso antes de disfrutarlos en la versión cinematográfica de “El Señor de los Anillos”, y por la sensación -quizás no sea real, pero la tengo- de que allí no se complican la vida con gilipolleces. No como aquí. Tengo dos guías de Nueva Zelanda que me gusta hojear de vez en cuando, y eso que aún no he sacado billete a las antípodas. Pero todo se andará. Leyendo hoy la prensa me ha venido a la cabeza David Bowman, el astronauta de “2001: Una odisea del espacio”, cuando se aproxima al misterioso y gigantesco monolito que flota en mitad de la nada. “¡Dios mío, está lleno de estrellas!”, exclama antes de desaparecer fagocitado por esa isla en el tiempo. Si Bowman se acercara a nuestro planeta y fuera a aterrizar con su nave en la península Ibérica, probablemente gritaría: “¡Dios mío, está lleno de idiotas!”. Descubriría que Andalucía es una realidad nacional, y no porque Zapatero la haya cedido a sus antiguos moradores para favorecer la “Alianza de Civilizaciones”, sino porque lo de Cataluña es ya un sarampión; que un cura irlandés con aspecto de haberse apretado trillones de pintas de Guinness se presenta como uno de los mediadores en el “proceso de paz” del País Vasco, y que el hermano de Juanfer, el ministro de Justicia, que firma viñetas con el seudónimo de Sorrocloco en una web antipepé, llama a la AVT “Asociación de Venganza Talibán” y añade sobre su presidente, Francisco Alcaraz, que “le tocó la lotería” cuando ETA asesinó a su familia. Los españolitos nos hemos convertido en nuevos y aburridos ricos, y, como decía mi abuela, cuando el diablo no tiene nada que hacer mata moscas con el rabo. Embizcados en el debate de quiénes somos, de dónde venimos y adónde vamos, como esos simios de Stanley Kubrick que buscan la revelación junto a otro monolito, dejando subir a las tribunas a lo mejor de cada casa, pronto olvidaremos a los 108 muertos en las carreteras durante esta Semana Santa que nos han provocado una súbita rasgadura de vestiduras -ese sí es un problema digno de discusión- y, por supuesto, no nos preocuparemos de la crisis del petróleo hasta que nos dé con el mazo en la cabeza. Y cuando esto ocurra, siempre habrá algún genio que se encoja de hombros y afirme: “A mí me da igual que suba la gasolina, porque siempre echo treinta euros”. ¿Será del Gobierno?
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5 comentarios:
Un golpe terrible lo de Grissom. Habrá que esperar acontecimientos. Sobre lo demás, te aconsejo desconectar de las noticias (y eso que va en detrimento del negocio que me da de comer). Yo ya lo hago de forma bastante radical los fines de semana.
Llevo varios días intentando escribir unas palabras pero entre el nivel de ocupación que he tenido tras las vacaciones y la visión apocalíptica de la humanidad, al menos de la española, que veo en tus últimas crónicas y en los comentarios de tu incondicional Elliot Ness, he tenido que retenerme y no dejar llevarme por las prisas. Porque no, Mike, no puedo admitir, ni tan siquiera a Bowman que se nos trate como idiotas a todos los ibéricos en función de las actuaciones de unos cuantos que por decisión de una mayoría de esos mismos ibéricos ejercen ese trabajo que se llama gobernar. Porque ¿qué hay de malo en que Zapatero se reúna con Merkel?, ¿la condición de ser mujer de la una le quita el derecho, o el ser Alemania una potencia mundial (cuidado que ya estamos los octavos) desmerece al otro? No veo nada extraño que los presidentes de gobierno se junten para hablar de la crisis energética, de la moda italiana, de la cocina francesa o incluso de sus empresas punteras, llámense, E-ON, Gas Natural o Endesa. La existencia de accidentes de tráfico y la crisis del petróleo son sin duda consecuencias del progreso. Cuando no había coches ni electricidad, entonces no había accidentes de tráfico ni edificios. Se vivía en las cavernas. Y con ello no justifico que haya accidentes de tráfico y que suba la gasolina. Me preocupan más los efectos; lo primero servirá para crear mejores infraestructuras, regular mejor la norma y concienciar al resto de los ciudadanos que utilizamos el coche y que, quizás, por desgracia, no vamos a dejar de utilizarlo. Lo segundo servirá para buscar energías alternativas buscando en recursos naturales sostenibles, sol, viento, semillas (biodiésel), nuestra propia porquería (biomasa)... Y Andalucía, si Cataluña es una realidad nacional, ¿por qué no ha de serlo Andalucía?. Tartessos, la Bética Romana, Al Andalus le han dejado una herencia histórica, cultural, social indudable. ¿Cómo se puede entender la Historia de América sin la contribución de Andalucía?, ¿Qué es lo que identifican de España los guiris que vienen a visitarnos todos los años y que tan pingües beneficios nos dejan en nuestra balanza de pagos?.
Después de todo esto me he dado cuenta que el estilo que utilizas en tus últimas crónicas es más literario que periodístico. Y como buen escritor te apoyas en licencias que enriquecen el texto para hacerlo más atractivo. En ese caso, me quedo más tranquilo, olé por las hipérboles, pero, por favor, Mike, no abuses de las sinécdoques, que me ofendes ...
Riddleman
Un poco de calma. A ver. Que Bowman diga que España está lleno de idiotas no significa que todos los españoles lo seamos. Sobre la reunión ZP-Merkel, que responda Elliot Ness, que yo no he dicho esta boca es mía (es más, me alegro de que el presi se reúna de vez en cuando con algún líder internacional serio y no se limite al eje Madrid-Caracas-La Habana). Sobre los accidentes de tráfico, no creo que haya que asumirlos como "peaje" por el progreso. Sabemos que la mitad de los muertos no llevaba puesto el cinturón, y que la mayoría de los accidentes se producen en carreteras secundarias donde no hay control y la gente se despendola. En este país la educación vial prácticamente no existe. La mención a la crisis del petróleo la traje como contraste al debate de moda: el de la nacioncitas. ¿Tartessos, la Bética Romana, Al Andalus? Por Dios, Riddleman, me encanta la historia, de hecho era mi segunda opción universitaria tras periodismo, pero estamos en el siglo XXI y hace cinco centurias que España es lo que es, con su rica pluralidad, es cierto, pero una única nación. En cualquier caso, Cataluña y el País Vasco nunca fueron nada de lo que dicen (sí Castilla, por cierto, lo recuerdo con orgullo de castellano, y no se me ha ido la pinza persiguiendo pasados míticos). ¿Que unos políticos de medio pelo quieren plantear debates sobre tribus remotas y singularidades obvias en lugar de resolver los auténticos problemas de los ciudadanos? Pues me parece lamentable. ¿Realmente crees que los andaluces se sienten una nación? ¡Pero si son la "reserva espiritual de la españolidad"! :-)
Bueno, me alegro de tu regreso, Riddleman, para alimentar éste y otros debates.
P.D. Por cierto, que la mayoría de los españoles, democráticamente, le diera el mandato de gobierno a ZP no le da al presidente patente de corso para hacer lo que le venga en gana. Esto vale para todos. Valió para Aznar y para González, que pagaron sus errores. Entiendo que Zetapé sea un anestesista de primera, pero conmigo no ha surtido efecto.
Lo que más me gusta de esta nueva faceta mía de “provocador” es que hemos vuelto a los índices de participación del mes pasado que últimamente me tenían preocupado. Perdóname, Mike, que me meta donde no me llaman, pero es una deformación profesional. En cualquier caso, entiendo que sí merece la pena responder a vuestros comentarios, o mejor dicho, aclarar el mío. En mi hábitat natural, los asiduos de la blog saben a qué me refiero, tengo prohibido terminantemente a mis colaboradores dirigirse a los clientes por correo electrónico porque el lenguaje escrito da lugar a malinterpretaciones sobre todo cuando nosotros, mi equipo y yo, sólo sabemos de números y fórmulas –ésta es mi culpa-. Por otra parte, los que tenemos que leer muchos documentos al cabo del día, solemos leer entre líneas sin reflexionar en muchas ocasiones sobre el sentido verdadero de las frases –ésta me parece que es la vuestra-. Dicho esto, cinco han sido los temas que han suscitado la controversia: Merkel-ZP, los accidentes de coche, la crisis energética, Andalucía y, por qué no, la incondicionalidad de Elliot Ness a Mike Muddy:
1.- Merkel y Zapatero. Elliot, encontraba tan extraño que una cena entre ZP y Merkel te resultase raro, que me apoyé de dos figuras literarias para mostrar mi extrañeza (interrogación más hipérbole). Es tan absurdo lo de la condición de mujer como lo de potencia económica. En fin ...
2.- Los accidentes de coche. Es evidente que si no hay coches no hay accidentes, pero la solución no es eliminar los coches ni lamentarse de la situación pasivamente. Yo trato de analizar la relación causa-efecto. Si como consecuencia de los accidentes de coche, no mejorásemos las carreteras, no regulásemos mejor la norma y no nos concienciásemos de cómo debe ser nuestra conducta vial, entonces tendríamos que arremeter contra nuestros gobernantes. Exijamos a la autoridad competente que tome medidas. Exijamos a los conductores que se conciencien. Culpabilizar simplemente al gobierno o lamentarse de la situación no conduce a nada. Vuestra interpretación de la frasecita me parece, de verdad, “sacar las cosas de quicio”.
3.- La crisis energética. La historia de la humanidad es una búsqueda constante de recursos para mejorar su bienestar. Desde el descubrimiento del fuego hasta el desarrollo de las actuales centrales de ciclo combinado, pasando por las centrales nucleares, el hombre ha buscado cómo calentarse y cómo iluminarse (esto no es una metáfora). El cambio de las centrales térmicas convencionales, basadas en la combustión del carbón, por las mencionadas centrales de ciclo combinado, basadas en la combustión del gas natural, ha sido producto, entre otros, de la concienciación medioambiental. La combustión del carbón produce emisiones de dióxido de carbono y gases altamente contaminantes derivados del Nitrógeno y del Azufre, que no tiene en tanta medida la combustión del gas natural. Sin embargo, la subida de precios del petróleo (los precios del gas natural y petróleo están relacionados) unida a la excesiva dependencia de los países productores de la materia prima, va a provocar indefectiblemente, la huída a otras fuentes energéticas como la energía nuclear o las energías renovables. Por consiguiente, comparto contigo, Elliot la vuelta, o mejor dicho, la reanudación de la energía nuclear, pero me mantengo firme en la tesis de la búsqueda y empleo de soluciones vía energías renovables. Revisad las estadísticas y los planes energéticos. Una vez más, el avance tecnológico y, en definitiva, el hombre como ser inteligente qué es –no como idiota-, nos permite adentrarnos en nuevas fuentes y soluciones.
4.- Andalucía. Mike, en una ocasión me alabaste el empleo de las subordinadas. He aquí una más: “si Cataluña es una realidad nacional ...” sólo en ese caso, “...¿por qué no ha de serlo Andalucía?”. Creo que con ello contesto suficientemente a tu apreciación.
5.- La incondicionalidad de Elliot Ness a Mike Muddy. De todas las reflexiones que hacía en mi comentario, reconozco que ésta era la única que no intentaba provocar. Explicito, para evitar herir susceptibilidades, que provocar está utilizado en el sentido de polemizar. Evidentemente, incondicional es una palabra quizás excesiva para expresar mi pensamiento: quería decir, incondicional de la blog. Ya que hablábamos de figuras literarias, trataba de hacer una “elipsis” que veo no ha sido demasiado bien entendida. En cualquier caso Mike, sí que soy un incondicional tuyo, de tu blog claro.
Por último, quiero llevarme una “ingrata sorpresa” por lo de la alianza de civilizaciones. Por favor, aviva mi espíritu científico, Elliot, y cuéntame algo más.
Riddleman
Soy afortunado al tener estos "incondicionales", dicho sea sin ironía y con sincero agradecimiento. Por ahora no polemizo más sobre realidades nacionales, pero volveré ;-) Observad que no he comentado nada del "bienio triunfal" de Zetapé el anestesista y en mis últimos post me he ido por los cerros de Úbeda...
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