19 enero 2006

MOBBING UNIVERSAL

Hay un misterio que me tortura desde hace años: ¿Por qué las empresas tienden a fastidiar a sus empleados más brillantes, trabajadores y honestos? Supongo que habrá por ahí ejemplos contrarios, pero mi experiencia y la de la gente de mi entorno es descorazonadora. Como las compañías están formadas por personas, la única respuesta que se me ocurre, no sé si acertada, supone aplicar la primera regla del mobbing: el tonto jode al listo (para aprovecharse de él, para conservar su puesto o su supremacía, por pura envidia...). A un empleado intachable le tienden una trampa y pierde un juicio en el que intentaba defender sus derechos, mientras que su vecino pasa buena parte de su jornada laboral echando solitarios en el ordenador, y nadie le dice nada. Es increíble el ejército de tontos que gobierna nuestras vidas, desde algunos inquilinos de despachos cercanos hasta el gendarme del mundo, George W. Bush, pasando por el inefable Zapatero. Creo que existe una conjura de los necios a nivel planetario para que esto se vaya al garete.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se consumo el expolio del Archivo de Salamanca