EL TOUR CONTRIBUYE AL DESCRÉDITO DEL CICLISMO

Alberto Contador no correrá el Tour por militar en un equipo que hizo trampas en el pasado, aunque de aquella sospechosa estructura sólo queda el nombre. Si el Tour sabía hace tiempo que iba a tomar esta decisión debió advertir a su último campeón para que no fichara por el Astana. El veto de la carrera ciclista más importante del mundo -no directamente a Contador, como ha matizado, sino al equipo; pero seamos serios: el principal perjudicado es el corredor español- contribuye al descrédito de este deporte, tocado de muerte desde que hace una década estallara el caso Festina. "Me fío del Tour. Son los únicos que luchan seriamente contra el dopaje", me dijo ayer un compañero de Deportes que ha cubierto la prueba durante años. Otro, experto en tenis, discrepó: "Los gabachos no saben qué hacer para jodernos. Estoy harto de verlos echar bilis cuando ganamos Roland Garros". Sea como fuere, la temporada comienza convulsionada.