MUERTOS DE RISA... EN LA TRENA

El tal Matanzas -nunca un apellido hizo tanta justicia- tendrá la oportunidad de seguir haciendo burla a las víctimas desde detrás de los barrotes. Catorce años le han caído al hijo de puta. Los compañeros que le reían las gracias en la pecera de la Audiencia Nacional podrán fundar su propio club de la comedia en la trena. La sentencia del caso Ekin pone al descubierto "el corazón y las entrañas de ETA". Pernando Barrena, australopiteco salido de una "herriko caverna" que milagrosamente anda suelto a estas alturas, ha dicho con su chulería habitual que "tranquilos, hay banquillo": hasta 200.000 simpatizantes. Defender la independencia del País Vasco y hasta la existencia de mundos paralelos no está penado por la ley. La sentencia no castiga las ideas políticas, sino el amparo del crimen por el entramado civil de ETA en los últimos 30 años. Veremos hasta dónde les llega la "valentía" a estos gudaris si comprueban que en el banquillo de enfrente hay más de 40 millones de defensores de un Estado de Derecho que, ahora sí, ha funcionado. Me quedo con las risas y los saltos de alegría de Daniel Portero y otros miembros de "Dignidad y Justicia", esos héroes con camisetas de "¡A por el 18/98 -nombre del sumario- y más!", tras escuchar la sentencia. Risas en libertad.