LAS CLÍNICAS DE LOS HORRORES (II)

Fetos de 7 meses arrojados a la basura. Hay un vídeo circulando por ahí que convertiría en arena los corazones de piedra, aunque la prueba sería fácilmente superable por el doctor Carlos Morín y sus carniceros. Yo no he podido verlo. ¿Lo harían sin rubor ni taquicardia los defensores del aborto libre, los progres y las feministas de guardia? La portavoz de una clínica denuncia el silencio de las autoridades: "Al fin y al cabo estamos quitándole un marrón a la sanidad pública". Realmente un bebé no deseado y sin carné de neonato es un marrón que hay que liquidar, trocear y tirar al cubo de los desechos. Es de suponer que la portavoz duerma a pierna suerta. Las madres quizás no tanto: la Guardia Civil también ha encontrado en la basura documentos confidenciales de pacientes. La investigación se ha trasladado a Madrid, a la filial de Morín y a otras clínicas: ya no es un caso aislado, es una trama de asesinato industrial de seres humanos, sin cremación o enterramiento, es decir, sin compasión ni disimulo, para qué, la sociedad está anestesiada y la mayoría de los medios de comunicación lo silencian, más preocupados por los últimos coletazos de esta bochornosa legislatura.