15 enero 2007

DESPROPÓSITO

Hay una escena en "La Comunidad del Anillo" en la que los representantes de los pueblos libres de la Tierra Media, reunidos en concilio, acaban discutiendo acaloradamente mientras su imagen de desunión se refleja en el Anillo Único, símbolo del mal. Si la joya pudiera sonreír, relamerse o frotarse las manos, lo haría, como lo hace ETA hoy ante la bronca política, la esquizofrenia de eslóganes, la guerra de manifestaciones, el cálculo electoral, el olvido de las víctimas, las pasadas de frenada de los cómicos (Federico Luppi: "Nos va la vida en crear un cordón sanitario para que esta derecha troglodita, ultramontana, casi gótica, no se adueñe del pensamiento español")... ETA, el mal. El enemigo. Los asesinos a los que habría que rodear con ese cordón sanitario. Pero en el concilio de los demócratas se escucha ruido de sables.

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