
"Conozco muy bien el País Vasco. Es uno de los sitios de España donde mejor se vive si eres capaz de taparte los ojos, los oídos y la boca. Es un lugar con rincones bellísimos, como San Sebastián, donde he vivido tanto tiempo, donde se ve tanta gente feliz paseando por la playa de la Concha o tapeando en las tabernas. Pero detrás del espejismo de la belleza y de la prosperidad hay una gran podredumbre moral. Eso no desaparecerá en mi generación". Hace dos años, con motivo de las elecciones autonómicas vascas, entrevisté a Consuelo Ordóñez, hermana de Gregorio, concejal del PP asesinado por ETA, cuya tumba acaba de sufrir destrozos a manos de una pandilla de
gudaris menores de edad. También en 2005 pisé San Sebastián por primera vez en mi vida y comprobé que era verdad lo que contaban de ella: es una de las ciudades más hermosas de España, si no la más. Me quedé un buen rato apoyado en la barandilla del maravilloso y señorial paseo marítimo, disfrutando del paisaje y de la fresca brisa del mar, y me pregunté cómo estos tipos podían complicarse la vida de esta manera. Donostia es como una manzana lustrosa y apetecible cuyo interior está invadido de gusanos. Tras el asesinato de Gregorio, Consuelo resistió unos años, pero finalmente se marchó al Mediterráneo, donde no tiene que mirar a su espalda cada tres pasos, ni comprobar los bajos de su coche, ni esquivar los escupitajos del odio. Sale a la calle, va a trabajar, a la compra, al cine, a las fiestas de los pueblos, a cenar con los amigos, y no ve pancartas ni pintadas que alientan el fanatismo. No tiene que bajar los ojos, abochornada y aterrorizada, ante las fotos de unos asesinos con tratamiento de héroes. No hay culto al crimen. Pero el País Vasco le duele desde la distancia: en aquella tierra enferma de odio ni siquiera hay paz en los cementerios. En aquella sociedad podrida te matan dos, tres veces, las que hagan falta. Entretanto, un mes después del atentado de Barajas, Zapatero sigue ofreciendo mítines dominicales con la cantinela de la "paz" y el "final dialogado".