MISIÓN: EL LÍBANO

Zapatero ha ordenado un despliegue de tropas españolas allende nuestras fronteras como no se veía desde los tiempos de Alatriste. Ah, pero eso sí, con mandato ONU para que las conciencias queden limpias como una patena. Para eso ha quedado la ONU, para decidir si una guerra es legal o ilegal, aunque en ambos casos palme gente. El presidente del “no a la guerra”, que enviará al avispero del Líbano a un millar de nuestros muchachos, no ha aclarado si entre sus pertrechos se incluirá un juego de pegatinas como el que usaban los cómicos. España es antibelicista, antiamericana y antijudía, y con los sociatas, mucho más. Por eso González, que ayer se hizo una foto con el iluminado Ahmadineyad (uno que se pasa la ONU por el forro, igual que Bush, pero nos cabreamos más con éste), nos metió en la OTAN hace 20 años. No sé si los soldados españoles han adoptado la “filosofía Bono”: mejor morir que matar. Yo, por si acaso, me llevaría balas en lugar de pegatinas al Líbano. En las guerras hay emboscadas y te derriban los helicópteros, aunque ZP venda las tropas como una ONG y De la Vega diga que con el beneplácito de Israel y Hezbolá y con el “sello ONU” no hay nada que temer. (Morenita y arrugada ha comparecido la vice tras el Consejo de Ministros. No sé si morena por el sol veraniego o negra tras su infructuosa gira europea para pedir ayuda con los inmigrantes ilegales. Me cae bien esta mujer, es trabajadora y se come todos los marrones que provocan sus compañeros de gobierno). Al otro lado de la trinchera, los que enviaron tropas a Irak ahora se quejan. Más les valdría callarse. Más les valdría a todos los políticos ponerse la pegatina “No a la hipocresía”. Y creérselo.