Un tonto del cool que solía vestir pantalones anaranjados al más puro estilo Julián Muñoz ha llegado a director de un periódico. Su mayor habilidad es ser un sembrador de cizaña, como aquel Detritus que intentó romper la paz en el pueblo de Astérix. En el mismo rotativo tiene una columna otro de esos mediocres que siempre caen de pie. Supongo que se protegen unos a otros. Tú hablas en mi radio y yo escribo en tu diario. Y los jueves, de bolos en el programa de televisión de Fulanito. En algún momento formaron una panda, un lobby o un networking, como dicen los horteras del management. Que conste que yo llevo años intentándolo. Con compañeros de facultad y del curro. En comidas conspiratorias. "El primero que llegue a subdirector, o así, que coloque a los demás". "Yo no quiero mandar, pero me pones un sueldazo, ¿eh?". Pero, coño, miro a mi alrededor y mis colegas siguen siendo unos pringaos, igual que yo. Nuestro networking funciona sólo para tomar un café con avellana en el bar y cotillear un poco. Así que nos iremos solidariamente de la mano cuando cierre el quiosco.
26 octubre 2007
NETWORKING
Un tonto del cool que solía vestir pantalones anaranjados al más puro estilo Julián Muñoz ha llegado a director de un periódico. Su mayor habilidad es ser un sembrador de cizaña, como aquel Detritus que intentó romper la paz en el pueblo de Astérix. En el mismo rotativo tiene una columna otro de esos mediocres que siempre caen de pie. Supongo que se protegen unos a otros. Tú hablas en mi radio y yo escribo en tu diario. Y los jueves, de bolos en el programa de televisión de Fulanito. En algún momento formaron una panda, un lobby o un networking, como dicen los horteras del management. Que conste que yo llevo años intentándolo. Con compañeros de facultad y del curro. En comidas conspiratorias. "El primero que llegue a subdirector, o así, que coloque a los demás". "Yo no quiero mandar, pero me pones un sueldazo, ¿eh?". Pero, coño, miro a mi alrededor y mis colegas siguen siendo unos pringaos, igual que yo. Nuestro networking funciona sólo para tomar un café con avellana en el bar y cotillear un poco. Así que nos iremos solidariamente de la mano cuando cierre el quiosco.
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2 comentarios:
Creo saber de quién hablas y, si hablas de quien creo, no es como aquel Detritus, es (por sí solo, por él mismo, por méritos propios): enteramente detritus.
Es cierto que ha llegado a director de un rotativo (llamésmolo así por la
facilidad que tiene ese periódico en cambiar de manos) con razones que no vienen al caso, aunque la suya, ya, no sea la razón verdadera. Su valor -dicen por ahí- es la buena forma en que se encuentra, que le ha permitido
adoptar esa postura genuflexa que le facilita beber en las mejores fuentes del poder. ¡Que le aproveche! Pero que tengan cuidado todos aquellos que se dan el pico con este petimetre, pues les acabará oliendo el aliento a
almizcle.
Ya lo dijimos en la comida, Mike, nosotros no vamos a ser NUNCA como ellos... yo que te conozco del cole tengo una empresa y te subcontrato tal servicio, y tú como te he subcontratado me invitas a la finca este fin de semana. Después yo como he cazado contigo tendré que ir a apoyarte en tal cocktail y al final, puede que incluso terminar incluso comprándote el negocio...
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