Pasada la medianoche éramos Yanke, la nevera y yo. Lo fue así en los tiempos de Nacional en que me pillaba el toro y llegaba a casa tarde, cabreado y hambriento. Ahora llego con tiempo para cenar algo menos, disfrutar de mis series y pasarme un rato por Telemadrid para ver el mejor informativo. Ya sé que el tipo se trabuca, que le pillan en Babia, que se queda mirando a la cámara con cara de póquer, que no tiene la imagen ni las tablas de Matías Prats, pero ese tono pausado y analítico, esas conversaciones con sus conspicuos colaboradores y, sobre todo, esa libertad para invitar a cualquier friki de nuestra política, desde Zaplana hasta Pepiño Blanco, le hacen muy atractivo, en especial para muchos de mis colegas periodistas. Cuántas veces hemos comentado en la redacción la última ocurrencia de Yanke, a quien -hoy me he enterado- los sindicatos de la cadena cuestionaban por privilegiar las informaciones del PP (falso, sostengo).
Pero eso se acabó. Hoy no habrá cita con Yanke, porque él no acudirá.
Dicen los mentideros que a Espe le cabreó que don Germán no se involucrara en la "conspiración del bórico", que es el temazo político-periodístico de este otoño. Otra versión cuenta que la dirección de Telemadrid le pidió la salida de algunos colaboradores para ahorrar costos (sobre todo la de Pablo Sebastián, que cobraba un potosí) y él contestó que nones y renunció. Sea como fuere, la marea sigue cobrándose víctimas. O estás conmigo, o contra mí.
Para lo que hemos quedado, compañeros.
09 octubre 2006
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2 comentarios:
Hoy he decidido a quién no voy a votar.
yo ya lo decidí el 13-M
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