60 LITROS

En Katsina, Nigeria, conocí a un tipo que se apañaba con un cubo de agua al día. No era un pobre de solemnidad: tenía casa propia y planes de boda. En España aún no he conocido a nadie que se apañe con 60 litros, aunque no dudo de que habrá casos (la media nacional está en 171). El Ministerio de Medio Ambiente ha aclarado que Narbona no propuso fijar el límite para penalizar el recibo en 60 litros por persona y día (¿globo sonda de la ministra para ver qué pasaba o mala interpretación por parte de la prensa?), sino desincentivar el exceso de consumo. En resumidas cuentas: preparémonos para facturas subidas de tono, porque después de cargarse el Plan Hidrológico por exigencias de los socios nacionalistas el Gobierno se ha dado cuenta de que las desaladoras no resuelven el problema (por cierto, ¿se ha construido alguna en este tiempo?). El cielo no se enrolla, los ríos se blindan, las cañerías están llenas de fugas, los cultivos de regadío crecen en mitad de secarrales... Con lo imaginativos que son nuestros gobernantes me extraña que, para ganar tiempo, no hayan propuesto contratar al brujo de la danza de la lluvia o ir a la Antártida a fundir hielo. La gente, tal como está el país, se lo habría tragado. Pero eso de tocar el bolsillo... cabrea, Narbona, cabrea.