03 marzo 2009

CRISIS DE LA PRENSA (II). EL ERE Y LOS 3.481.859

Pensaba pasar de puntillas sobre el asunto, traicionando el espíritu que alumbró este blog: el desahogo. Tal vez soltar una ironía en plan frasecita twitter, o copiar alguna viñeta pescada en Google... pero, ¡qué cojones! Me acabo de topar con la noticia en la portada de la web de El País, así que para qué disimular. Si de todos modos estamos jodidos. Dicen nuestros colegas (con sus barbas puestas a remojar, no me cabe duda): Vocento presenta un ERE para 238 trabajadores de ABC. La medida afecta a más de la mitad de la plantilla: 84 redactores, 48 empleados de gestión y 106 de talleres. Si alguien ajeno a este valle de lágrimas quiere leer la noticia completa, que pinche aquí. El bombazo informativo para los trabajadores de ABC llega el mismo día en que hemos conocido que febrero produjo 154.058 parados más en este país, dejando la cifra total en los 3,48 millones. Muy pronto gente de esta redacción engordará las estadísticas. Y Zapatero, enarcando las cejas y poniendo cara de póker, dirá que la culpa la tiene la crisis económica internacional.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Leí ayer en este blog lo de The Washington Post y entendi que en dicho periódico se perdiera el sentido del humor. En el ABC pos(venta) abruma la situación hasta tal punto que a las asambleas asiste, aproximadamente, un 70 por ciento de los... ¿trabajadores?, de los presuntos damnificados por el ERE.
Va a ser una negociación difícil porque a todos mueve la codicia, aunque a los obreros en su segunda acepción de la RAE.¡Humanitas divergit!
No pudiendo recurrir a las gracias (el asunto no se presta) nos vamos a las virtudes: La Fe esta con los trabajadores; la Esperanza, con la Empresa; y la Caridad..., La caridad bien entendida empieza por una mismo, que diría el clásico. Por eso todos tienen que ser «uno mismo» para vencer a esa fe de prepotencia.
Y a Zapatero -que tiene mucha culpa de todo lo que pasa-, dejémosle a sus zapatos, y vigilemos que en ABC no echen remiendos ni jodan la plantilla con tacón cubano.

POLITICÓN