"¡Yo te maldigo, Luca Toni!". El locutor de radio relataba con voz ronca y quebrada la tragedia. El poderoso Bayern de Múnich, con una plantilla plagada de internacionales, de fichajes carísimos, había hecho poco más que bombear balones sobre el área del Getafe. Estaba contra las cuerdas cuando en el último minuto el tópico acudió al rescate, eso del oficio y la fortuna de los equipos grandes (gilipolleces: si el Pato Abbondanzieri no la hubiera cagado en el segundo gol de los alemanes hoy contaríamos otra historia). El Bayern es mi enemigo desde que le birló una Copa de Europa al Atleti usando las mismas artes. Gocé de lo lindo cuando el Oporto y el Manchester le hicieron probar de su misma medicina en sendas finales. Desde ayer es también el enemigo de ese chaval del sur de Madrid que llora desconsolado en el hombro de su madre. Tranquilo, chico, la leyenda es del Geta, aunque la victoria sea de Luca Toni y compañía.
Foto: Félix Ordóñez.
11 abril 2008
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