
Lo siento, Artur. Mi pésame, Oleguer. Una putada, Josep Lluís. La batalla del futuro no será la del catalán contra el castellano (perdida
anyway por el catalán: primero, porque 10 millones -según el conteo más optimista... o delirante- frente a 400 millones -y subiendo- es un pulso que no lo resiste ni Leónidas el de las Termópilas; segundo, porque cuando tratas de imponer algo por la fuerza, habitualmente fracasas). La batalla del futuro será la del spanglish contra el chino. Pero tranquilos, que vuestros nietos tendrán derecho a decidir.
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