26 noviembre 2007

BIENVENIDO A LA IGLESIA VERDADERA

La frase no es mía, sino de uno de los críticos musicales de ABC, Manuel de la Fuente. Se la ha dicho a JF, un compañero que ayer disfrutó de un concierto de Bruce Springsteen por primera vez en su vida y estaba entusiasmado. La frase no es una ocurrencia ni esconde una metáfora: los conciertos de rock tienen mucho de experiencia religiosa (o al menos mística, espiritual) en su concepto, en su puesta en escena... incluso en la comunión entre el artista y su público. Esto se hace aún más evidente con el viejo rockero de New Jersey. "¡Si tiene la edad de mi padre!", exclamaba un chaval de 18 años -también primerizo- asombrado por la caña que metía el Boss. El tipo ya no da volteretas ni se mete las carreras por el escenario de antaño, son 58 tacos, pero pocos músicos pueden competir en intensidad: un trallazo, cambio de guitarra, otro trallazo, cambio de guitarra... Nos dice un socio de coffee break: "Una ración de nostalgia, ¿no?". "¡Qué va!", replica JF. "Bruce es muy actual". Además de por su música que, en efecto, es de ahora mismo aunque esté enraizada en lo mejor de la tradición americana, en Elvis y Dylan, y que crece sobre los sólidos cimientos construidos por él mismo (reconozcámoslo: estamos ante un clásico), a JF le llegó su mensaje político: "En mi país, las mentiras parecen verdad, y la verdad, mentiras". No un sermón a lo Bono, pero sí una crítica amarga (y consecuente con su trayectoria: "Born in the USA" no era un himno patriótico, sino todo lo contrario, aunque Reagan no se enterara) que desnudó su rabia y su decepción por lo que se cuece en Estados Unidos. Me parece bien, pero yo no voy a verlo por eso, entre otras cosas porque me disturba la paradoja de que los protagonistas de sus historias, los habitantes de la América profunda, sean, en su mayoría, votantes de Bush. Yo soy un rendido feligrés de Bruce Springsteen desde hace 25 años y voy cada vez que puedo a la "iglesia" a por mi dosis de rock & roll vibrante y honesto para seguir tirando. Digamos, por explicarlo de otra manera, que el Boss es culpable de algunos de los mejores momentos de felicidad que he disfrutado en mi vida.

Foto: Bruce y Steve Van Zandt en el concierto del Palacio de los Deportes de Madrid (25-11-2007). Autor: Ignacio Gil (En imágenes)

Radio Nowhere (arranque del concierto de Madrid, 25-11-2007):



No Surrender (Madrid, 25-11-2007):

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