22 agosto 2007
CULEBRONES VERANIEGOS (IV): EL TIBURÓN DE TARRAGONA
Cuando vi las imágenes de esos tipos del Aquarium de Barcelona capturando al tiburón gris en la playa del Miracle, en Tarragona, tuve el presentimiento de que el escualo era bicho muerto. En efecto, la hembra de dos metros y entre 15 y 20 años de edad ha pasado a peor vida esta madrugada en una pecera. Dicen los expertos que tenía una herida en la aleta dorsal y dificultades para respirar, pero aún no han explicado si esos problemas le sobrevinieron por su estresante captura el pasado lunes. Puede que ya no se encontrara muy bien y por eso se acercó a la costa, buscando aguas someras. En la playa molestaba y se montó un dispositivo de seguridad que ya hubiera querido el jefe de policía Martin Brody en el "Tiburón" de Spielberg. No parece probable que el finado animal le hubiera metido un viaje a algún bañista (más bien al contrario), pero se montó un espectáculo circense con bandera roja, agentes, socorristas, prensa, curiosos y submarinistas que me hizo reflexionar sobre lo lejos que está el ser humano de la naturaleza: nos creemos en posesión de las escrituras de la Tierra y nos sorprende que un tiburón se acerque a "nuestras" playas a alimentarse o morir, como sin duda han hecho millones de sus congéneres antes de que plantáramos la primera sombrilla y el hormigón arruinara el litoral mediterráneo.
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