CULEBRONES VERANIEGOS (I): EL CABREO CATALÁN

Entono un mea culpa: cada mañana durante las últimas diez, cuando me sentaba en la playa con el periódico en las manos (el ABC, por supuesto; el tamaño y la grapa son imbatibles para esa saludable práctica que tanto cabrea a Rosa Regás; además, mola comprobar cómo tus compañeros curran mientras tú estás perreando), al leer la crónica de sucesos catalana (caos en las infraestructuras), exclamaba: "Poco les pasa a estos para lo que se merecen...". Lo decía en voz alta por si algún miembro de mi familia me daba su aprobación o por si algún paisano con la antena puesta me llevaba la contraria, porque las mañanas (y las tardes y las noches) de playa son un monumento a la molicie. Ayer le sacudieron de lo lindo a la ministra Maleni en el Congreso. Allí estaban los diputados nacionalistas de guardia (hay gente que se apunta a todas las comisiones, como Jordi Jané y Joan Puig), que no repararon en gastos (incluso llamaron a la ministra "señorita andaluza"), y Maleni se defendió echando las culpas al PP, que como todo el mundo sabe es responsable de la derrota en la guerra de Cuba y de la muerte de Manolete. Sin quitar responsabilidad al Ministerio de Fomento por el desaguisado de este verano, tengo que añadir que son cojonudos estos llorones: ¿De qué les vale tanto autogobierno? ¿No era el Estatut el manual para la felicidad absoluta? Se me ocurre que la pegatina de este verano para tunear sus vehículos debería ser la de un "cat" encrespado.