Cristina: ¿Por qué no nos acoplamos con mi madre en Pekín y nos quedamos hasta el final de los Juegos?
Iñaki: ¡Buena idea!
Me imagino que la cosa fue así, más o menos. Mola. Yo de mayor quiero ser "apoyador" profesional, que no consiste en sacar la apoyadura (raudal de leche) de los pechos de las hembras (lo que aprende uno buceando en la RAE), sino aplaudir a nuestros muchachos en las Olimpiadas, finales de Grand Slam, Eurocopas y cosas así. Por Pekín ya andaban Felipe y Letizia cuando llegaron los duques de Palma. Se cuenta que la doña asistía junto a su esposo a un partido de baloncesto y que, mientras conversaba con la prensa, quiso conocer la procedencia de un informador: "¿Y tú de qué medio eres?". El periodista, iberoamericano, se identificó... y amablemente preguntó: "¿Y tú?". Según testigos, una sorprendida Letizia sólo acertó a responder: "¡Yo soy una princesa!". Qué poca cintura para desvincularse de la canalla.
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