11 julio 2008

UN MUNDO FELIZ

Zapatero y Sonsoles sonríen como dos novios frente al Partenón. El tipo está que se sale. El PP le sirvió en bandeja la reválida y en su partido todos le adoran, porque nadie ha conseguido tanto con tan poco. Cualquier día reconocerá en tono solemne y enarcando las cejas que hay crisis económica, pero que somos la hostia y saldremos del apuro con su liderazgo. Después de la Eurocopa y de Wimbledon nos falta la ocurrencia rumana: un proyecto legislativo que exigiría a radios y televisiones dar un 50 por ciento de noticias "positivas" para que la gente se crea en un mundo mejor. Censura buenista, antropológicamente optimista, un traje a medida para nuestro querido presidente del Gobierno. De hecho, según apunta Valentí Puig, el espíritu de la propuesta rumana asoma en no pocas televisiones públicas de España, estatales y autonómicas. Me veo a Lorenzo Milá cambiando su despedida habitual en el parte nocturno: ya no dirá "mañana les contaremos más noticias, esperemos que algunas buenas", sino "mañana les contaremos las maravillas de este mundo feliz".

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