27 junio 2011

RIVER, UN DRAMA ARGENTINO

La mejor crónica del desastre del equipo más laureado de Argentina, por Rodolfo Chisleanschi, aquí.

Y el lamento épico del locutor Atilio Costa Febre:

26 junio 2011

EL HOBBIT: PRIMERAS IMÁGENES


He cogido de elfenomeno.com (que a su vez lo hizo de Entertainment Weekly) estas imágenes de El Hobbit, en las que aparecen Martin Freeman (Bilbo Bolsón) y Gandalf (Ian McKellen). La primera entrega de la nueva producción de Peter Jackson, titulada "An Unexpected Journey", se estrenará en diciembre de 2012. Un año después llegará "There and Back Again".

22 junio 2011

25 AÑOS DEL BARRILETE CÓSMICO


"La va a tocar para Diego, ahí la tiene Maradona, lo marcan dos, pisa la pelota Maradona, arranca por la derecha el genio del fútbol mundial, deja el tendal y va a tocar para Burruchaga... ¡Siempre Maradona! ¡Genio! ¡Genio! ¡Genio! Ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta... Gooooool... Gooooool... ¡Quiero llorar! ¡Dios Santo, viva el fútbol! ¡Golaaazooo! ¡Diegoooool! ¡Maradona! Es para llorar, perdónenme... Maradona, en una corrida memorable, en la jugada de todos los tiempos... Barrilete cósmico... ¿De qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto inglés, para que el país sea un puño apretado gritando por Argentina? Argentina 2 - Inglaterra 0. Diegol, Diegol, Diego Armando Maradona... Gracias Dios, por el fútbol, por Maradona, por estas lágrimas, por este Argentina 2 - Inglaterra 0" (Víctor Hugo Morales).

21 junio 2011

LOS ETERNOS PETER PAN




Un vídeo para recordar, y un estupendo artículo de Julio Valdeón Blanco, autor de "American Madness. Bruce Springsteen y la creación de Darkness on the Edge of Town", aquí.

20 junio 2011

HASTA SIEMPRE, BIG MAN

El parte radiofónico llega a su fin cuando pinchan "I'm on fire". Entonces la locutora dice: "La pasada madrugada murió...". Durante una décima de segundo me da un vuelco el corazón, porque creo que el nombre que le falta a la frase es el de Bruce Springsteen. Recordando la anécdota en una reunión familiar, me descuelgo con las siguientes declaraciones: "El día que palme Bruce (si logro sobrevivirle) me llevaré un disgusto notable". "¡Qué exagerado!", me dice mi cuñado. "¿Exagerado? Me apenará más su muerte que la de algún pariente, no lo dudes". No me refiero a él, matizo, ni a ninguno de los presentes. Pero volvamos al momento triste. Dice la locutora. "La pasada madrugada murió Clarence Clemons, saxofonista de Bruce Springsteen". No añade más. Sigue "I'm on fire", donde Big Man no tiene protagonismo alguno, hasta que se funde con la melodía del informativo. Para dar la noticia así, no la des, pienso, bastante cabreado.

Clarence Clemons falleció en Florida el sábado 18 de junio, a los 69 años, a causa de las complicaciones derivadas de un derrame cerebral. Recuerdo la última vez que lo vi, en Valladolid, hace casi dos años. Llegó al escenario en un cochecito de esos que se usan en los campos de golf. "Está mayor y un poco perjudicado, pero da la impresión de que morirá tocando el saxo", escribí entonces en el blog. Tenía problemas de espalda y de rodillas, y necesitaba descansar en una silla a menudo durante el concierto. En Pucela se esforzó con "Spirit in the Night", "The Promised Land", la trepidante "Born to Run" y, sobre todo, "Bobby Jean", un himno para mis colegas y un servidor: ese interminable soplido final nos pone los pelos de punta cuando lo escuchamos. Aunque yo siempre recordaré a Clarence "Big Man" Clemons por su impresionante solo en "Jungleland"; esos minutos estremecedores hacen de una gran canción una pieza maestra.

"He was my great friend, my partner", dice Bruce en su web. Clarence estuvo ahí desde el principio, desde "Greetings from Asbury Park, N. J." (1973); estuvo en la portada del "Born to Run" (1975) en la que el Boss aparece con su Fender Squire colgada al hombro, apoyándose sobre la espalda de su amigo, y en cientos de conciertos plagados de bromas, sonrisas y complicidades. Cuando en mitad de un tema Bruce provocaba a The Big Man para que soplara el saxo sabías que algo grande iba a suceder, el momento de la comunión de la "religión verdadera", a decir de Manuel de la Fuente, a quien he dado el pésame esta mañana, y él a mí.




09 junio 2011

PERIODISMO BARATO

Refritamos tirando de teletipo, pisando la huella abierta por otros, transcribiendo declaraciones, utilizando Twitter como fuente fiable... Firmamos el producto y lo vendemos a 1,20 euros a un público que, en su mayoría, ya sabe lo que le estamos contando porque lo ha consumido (gratis) el día anterior. No deja de tener guasa (y peligro) la cosa. La crisis abarata y vulgariza la prensa, la aleja de sus orígenes, de la curiosidad, la combatividad y la exclusividad, y la mete en el carril que va directo al despeñadero. "El problema no es conseguir que te publiquen algo en el papel", dice el jefe de gabinete de un ministerio nada político, es decir, de los que de vez en cuando proporciona alguna noticia de verdad. "Lo difícil es conseguir que un periodista venga a la presentación de un proyecto, porque es más cómodo y económico estar sentado todo el día en la redacción".

08 junio 2011

DEMASIADO TAPADAS PARA LA FIFA

Las chicas lloran desconsoladamente sobre el césped del estadio de Amán. Han perdido 3-0 ante Jordania y se esfuma la posibilidad de representar a su país en los Juegos Olímpicos de Londres. La derrota no se ha producido en el terreno de juego, sino en los despachos: un representante de la FIFA ha decidido que su equipación —una especie de chándal-hiyab confeccionado con tejido transpirable de última generación, más un pañuelo o gorrito blanco en la cabeza— infringe un reglamento que prohíbe a los jugadores «mostrar mensajes o lemas políticos, religiosos, comerciales o personales». El fútbol femenino es muy popular en Irán, aunque el régimen de Ahmadineyad no permite a las mujeres entrar en los estadios ya que, según los ulemas, el ambiente no es el más apropiado para ellas.

«Es una decisión denigrante que demuestra la islamofobia occidental», señala M. Laure Rodríguez, presidenta de la Unión de Mujeres Musulmanas de España. «La vestimenta que usan no implica problema alguno de seguridad para las jugadoras ni para sus rivales. Tampoco exhiben frases del tipo “Alá es grande”. Siguiendo los propios argumentos de la FIFA, el hecho de ir sin pañuelo podría ser un símbolo de laicismo, ¿no? En otros deportes, como el atletismo, no hay problemas con esto. Y en la Final Four de baloncesto la Euroliga cambió el horario para que el Maccabi de Tel Aviv pudiera celebrar el Yom Hazikarón o Día del Recuerdo, homenaje a los soldados caídos y las víctimas del terrorismo. El respeto a las creencias religiosas y a la identidad solo vale para algunos».

Rodríguez, investigadora del Instituto de Estudios Euromediterráneos de la Universidad Complutense, ha analizado el tratamiento que hacen los medios de comunicación de la mujer musulmana. «El 98 por 100 de las noticias se centra en su forma de vestir, como si no hubiera otros problemas más graves», concluye.

Las iraníes habían batido en la primera ronda clasificatoria para Londres 2012 a las selecciones de Palestina, Bahréin yJordania, y llevaban bastante bien encarrilado su objetivo. Pero la derrota ante Jordania y, posteriormente, Vietnam, les ha cerrado el camino. Durante los Juegos Olímpicos de la Juventud 2010, celebrados en Singapur, ya habían recibido una advertencia y las chicas accedieron a jugar con un pañuelo más pequeño. «Se hicieron los cambios y todo parecía solucionado. Esta decisión nos ha sorprendido», se lamenta Farida Shojaei, vicepresidenta de la Federación de Fútbol Femenino de Irán. Las mujeres jordanas se tapan más o menos dependiendo de su nivel de piedad o de sus códigos sociales. Por eso la selección de ese país prescindió de algunas futbolistas que no estaban dispuestas a saltar al césped sin su hiyab. Arabia Saudí, por su parte, es contradictoria: no es lo mismo el rigor de La Meca que la flexibilidad de Riad. Pero en Irán es distinto. Allí están obligadas por ley.

«¿Qué poder tiene la FIFA para pasar por encima de las leyes de un país, nos gusten o no?», se pregunta Taliba Ferrero, deportista musulmana (practica artes marciales) y guionista de cine. «Si sus gerifaltes fueran iraníes... ¿obligarían a las futbolistas francesas a ir con la cabeza cubierta? La vestimenta se ha convertido en un argumento muy interesante en Irán para que las mujeres se preocupen por ello en vez de por sus libertades.Y Occidente, en vez de facilitar la apertura en el país de los ayatolás ayudando al deporte femenino, en general, y al fútbol en particular, está también preocupado por los trapos. Esas mujeres, para dedicarse a lo que les gusta, tienen que ir vestidas así. La decisión de la FIFA no solo es poco apropiada; es insolidaria. Así que... o se hace un boicot en toda regla a Irán por sus leyes, o se permite a sus ciudadanos salir y relacionarse».

El máximo organismo del fútbol mundial insiste en que «saltar al campo con la cabeza y el cuello totalmente cubiertos va en contra de las normas». No hay paso atrás. Los partidos no se jugarán. Las futbolistas iraníes lloran.

06 junio 2011

GRESCA EN EL VÉRTICE DEL MUNDO

El Himalaya fue el postrer escenario de la exploración humana en el planeta. Después de la victoria sobre los polos norte y sur, faltaba el tercer polo, la «diosa madre del mundo», y el resto de las cumbres de más de ocho mil metros de altura. Fue, sobre todo, una operación de orgullo nacional. Los ingleses pusieron sitio al Everest; los alemanes, al Nanga Parbat; los franceses, al Annapurna. Al prestigio se le unía la épica y una particular filosofía de la vida. Un clásico, Lionel Terray, hablaba de «la conquista de lo inútil». Walter Bonatti se refería a la «sinceridad de la montaña» en comparación con el ser humano. Para Reinhold Messner, «las grandes cumbres no son justas o injustas, simplemente son peligrosas». ¿Y la pregunta del millón? «¿Por qué quiero subir el Everest? Porque está ahí», contestó el legendario George Mallory, cuyo espíritu cayó prisionero del hielo en 1924 —su cuerpo fue encontrado 75 años después—. Sólo Mallory y su compañero Irvine saben la verdad de su éxito o fracaso. Para los anales quedará que Edmund Hillary y Tensing Norgay fueron los primeros en 1953. Hoy, las voces de los fantasmas y de los conquistadores de lo inútil apenas son un murmullo ahogado por el ruido de cientos de candidatos a la gloria, que se desea porque está ahí o porque se tienen 50.000 euros para alcanzarla.

La falta de soledad provoca atascos, choque de egos y, en definitiva, grescas como la que han protagonizado estos días los mediáticos Juanito Oiarzabal y Edurne Pasaban. «El Everest ya no es el reto deportivo de antaño. Se ha convertido en una montaña turística accesible para gente “normal”. Todo el mundo tiene derecho a intentarlo. Tampoco creo que debamos rasgarnos las vestiduras. La mayoría se concentra en la cara sur; las demás vías no las sube casi nadie. Y el resto del Himalaya está vacío», reflexiona Darío Rodríguez, director de Ediciones Desnivel y hombre clave en la difusión del alpinismo en nuestro país. «Actualmente es como el Monte Perdido, el Naranjo de Bulnes o el Cervino. Pretender ir en temporada alta y estar solo es una utopía. La economía del Valle del Khumbu depende de las expediciones que acuden cada año. Un sherpa —que no es el tipo desharrapado que vemos en las fotos antiguas— cobra 3.000 dólares (más un bonus por cima de 2.000). Con ese ingreso vive toda su familia durante un año. Podemos cerrar el Everest, empobrecer la región y, de paso, llenarnos la boca con los valores del alpinismo».

Darío Rodríguez suele debatir con Sebastián Álvaro, aventurero y director durante 27 años del programa de TVE «Al filo de lo imposible». Dos opiniones contrapuestas. «Ha entrado dinero en el circuito de forma descontrolada. Esto es un circo», señala Álvaro. «Las expediciones comerciales, que se valen de la pobreza de los países de la zona y de la corrupción de sus gobiernos, ponen en solfa los valores del alpinismo clásico. Existe más control para entrar en La Pedriza, un modesto espacio natural de la Sierra de Guadarrama, que para acceder a la base del Everest. La presión de un millar de personas al mismo tiempo sobre el glaciar del Khumbu es intolerable. Hemos pasado de campamentos pequeños a infraestructuras casi hoteleras en el Valle del Silencio. Los sherpas se han convertido en los únicos montañeros de verdad. Hay quien presume de subir sin oxígeno mientras lleva una tropa de porteadores por delante poniendo las cuerdas fijas, cargando con la impedimenta, haciendo huella, colocando las tiendas... y preparando un té con leche. Aún así, mucha gente se cree que es fácil cuando lo ve por televisión. Pero si te equivocas en la planificación puedes bajar con congelaciones o morir. Hay personas en lugares del Himalaya donde no deberían estar, igual que hacer 100 metros en menos de diez segundos no está al alcance de cualquiera».

Sebastián Álvaro recuerda que el suceso de 1996 en el Everest fue el primer indicio de que algo estaba cambiando. Ocho personas de diversas expediciones comerciales murieron el 10 de mayo como consecuencia de la mala preparación y las decisiones desafortunadas de los guías en medio de una tormenta; otras cuatro fallecieron durante las semanas siguientes por las graves lesiones sufridas. Dos libros cuentan distintas versiones de lo ocurrido: «Into Thin Air» (traducido al español como «Mal de altura»), del periodista norteamericano Jon Krakauer, y «La Escalada», del alpinista kazajo Anatoli Boukreev. Ambos formaban parte de aquellas expediciones lideradas por Rob Hall y Scott Fischer, congelados en la cumbre junto a unos clientes que no cejaron en su ambición porque habían pagado. Krakauer acusó a Boukreev de haber abandonado a los suyos debido a que subió sin oxígeno adicional, lo que mermaba su capacidad para ayudarlos. El hecho es que el kazajo, escalador de altísimo nivel, logró salvar la vida a tres de ellos. En 1997 una avalancha lo sepultó en el Annapurna. Si en algo estaban de acuerdo los supervivientes de aquellas cordadas del 96 es que la masificación y frivolización del Everest desencadenaron la tragedia.

Carlos Soria, 72 años, acaba de regresar del Lhotse, su undécimo ochomil, y aspira a conseguir el pleno a una edad en la que la mayor parte de la humanidad está para pocos trotes. En su opinión, «las expediciones comerciales existen desde hace mucho tiempo y no engañan a nadie. El rescate de Lolo Gonzaléz hace quince días en el Lhotse se realizó gracias a la intervención de Patagonian Brothers, la empresa de los hermanos Damián y Willy Benegas. El problema es la responsabilidad de cada uno. Hay que tener la mente despejada para darse la vuelta a tiempo. He visto a alpinistas que suben con grandes dificultades y siguen hasta el infinito. Y a 7.850 metros de altura poca gente acude al rescate. Si el que se ha perdido es un gran amigo tuyo puedes subir a morir con él».

«La montaña es lo que cada uno quiera hacer de ella. No es una meca romántica, ni un lugar para elegidos tipo Messner, ni un circo. La montaña es libertad, y es de todos», afirma Ángela Benavides, alpinista y periodista especializada en la materia. «Es cierto que hay picos muy masificados en el Himalaya, como el Cho Oyu y el Everest, y sería deseable un mayor control, la limitación de permisos y, tal vez, de equipamiento. Se habla mucho del oxígeno, pero las cuerdas fijas lo cambian todo radicalmente. En cuanto a los casos de frivolidad, creo que son raros. Puedes subestimar una montaña, fallar en la evaluación... Si es así, la montaña te pondrá en tu sitio».