No una pregunta, como en el famoso spot, sino una afirmación. Yo no me quedaría mudo como el padre del anuncio. La ocurrencia estuvo bien, pero los interrogantes ofenden, alimentan la leyenda de equipo perdedor, el "repupas" como me decía hoy un amigo dándole una vuelta de tuerca al dañino sambenito que nos colgó Vicente Calderón. No deja de sorprenderme cómo los atléticos hemos interiorizado esa especie de maldición bíblica, nosotros, la mejor afición del mundo, seguidores de un equipo con 9 Ligas, 9 Copas, una Recopa de Europa y una Copa Intercontinental. Ya sé que estamos lejos de nuestros orgullosos vecinos, pero la inmensa mayoría de equipos españoles están aún más lejos de nosotros. Jamás he tenido la impresión de que en mi infancia decidí subirme al furgón de cola. Soy del Atleti porque es de mi pueblo, Madrid; porque cuando tenía siete u ocho años era un equipo campeón (Ligas 1969/70 y 1972/73, además de la Intercontinental en 1974); porque en él han militado futbolistas como Gárate (mi gran ídolo), Luis Aragonés, Ayala, Pereira, Leivinha, Futre, Kiko, Caminero, Pantic, Fernando Torres (mi segundo gran ídolo), Agüero...; porque me gusta más su equipación que la del Real Madrid y por un cierto morbo de andar siempre en el filo (pero, ojo, subirte en una montaña rusa significa emoción, no estrellarte siempre).
Hoy ha sido un lunes duro. El Madrid nos ganó el sábado en el Calderón (no les derrotamos desde 1999) con esa suficiencia insultante de quien se toma los derbis como un trabajo funcionarial (bajamos del autobús, hacemos caja y nos vamos). Pero, además, venimos de perder 6-1 con el Barça y en el horizonte se vislumbran, amenazadores, el Liverpool y el Villarreal. El Villarreal: clase media que nos ha pasado por encima en los últimos años, como el Sevilla y el Valencia. No reconozco al Atleti de mi niñez. No creo que el orgullo sea patrimonio del Real Madrid. Menuda chorrada. Y mucho menos el fútbol (esos tipos no practican la excelencia desde la "quinta del Buitre", y ya ha llovido, lo cual no es óbice para que sigan sumando). Es como si el maldito complejo se hubiera cronificado, como si la leyenda negra fuera una verdad absoluta. A eso han contribuido unos dirigentes nada profesionales, por decirlo suavemente, y unos futbolistas poco comprometidos. ¿Dónde está el espíritu de aquel equipo que consiguió el doblete hace doce años o que ganó la Copa del Rey al RM en 1992, en el Bernabéu, con goles de Schuster y Futre? Si el Atleti no entierra para siempre al Pupas terminará por desnaturalizarse, por convertirse en una caricatura. Y aunque yo siga viajando en ese vagón me arrancará los motivos.
20 octubre 2008
POR QUÉ SOY DEL ATLETI
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1 comentario:
yo pienso que al fin y al cabo es mejor que no practiquemos la excelencia porque con lo que hacemos nos da para llevarnos ligas y copas de europa, pienso que lo mejor a partir de la temporada que viene seria mandar al castilla para que jugase en el calderon y el madrid que se dedicase a descansar para compromisos champions!!
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