24 agosto 2006

SOLIDARIDAD CON PLUTÓN

Ya no será el último de la fila, porque la XXVI asamblea general de la Unión Astronómica Internacional (IAU) lo ha degradado. Como soy un sentimental, me fastidia el asunto. Los 2.500 expertos de 75 países reunidos en Praga han decidido que Plutón pierda su condición de planeta, que mantenía desde que fue descubierto en 1930. Cualquier día nos demuestran que María Magdalena tuvo descendencia con Jesús, que Colón no descubrió América, que Neil Armstrong no pisó la Luna y que Euskal Herria fue fundada por Adán y Eva tras su despido del paraíso. El pequeño Plutón, 2.300 kilómetros de diámetro -la Tierra tiene 12.750 kilómetros y la Luna 3.480-, ha quedado reducido a la condición de planeta enano. Otro argumento en contra es su poco ortodoxa órbita, cuya inclinación no es paralela a la de la Tierra y a los demás socios de primera clase. Así que la lista que aprendimos en la EGB (¿la sabrá recitar la “generación LOGSE”?) ha pasado de nueve a ocho nombres: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Pues para mí siempre estará Plutón, qué coño. Solidaridad con los clásicos, aunque sean del tamaño de una bola de billar y se salgan de los caminos trillados. A nuestros hijos habrá que contarles lo de Plutón, lo de la peseta y lo de la España pre-Estatut. Ahora aprenderán que en el Sistema Solar hay tres categorías. 1. Planeta: cuerpo celeste que está en órbita alrededor del Sol, que tiene suficiente masa para tener gravedad propia para superar las fuerzas rígidas de un cuerpo de manera que asuma una forma equilibrada hidrostática, es decir, redonda, y que ha despejado las inmediaciones de su órbita. 2. Planeta enano: igual que uno de sus hermanos mayores (el rollo ése de la masa y la gravedad)... pero que no ha despejado las inmediaciones de su órbita (de hecho, Plutón atraviesa el Cinturón de Kuiper, un área en la que se mueven gran cantidad de pequeños astros), y no es un satélite. 3. Cuerpos pequeños del Sistema Solar: todos los demás objetos que orbitan alrededor del Sol. Plutón compartirá categoría con Ceres y con 2003-UBS313, que su descubridor, Mike Brown, del observatorio Palomar (California), quiere que se llame Xena en honor a la princesa guerrera protagonista de una serie de televisión (¿muchas noches solitarias en el observatorio, Mike?). Mientras los astrónomos se piensan el nombre oficial para este cuerpo celeste, sin duda lleno de curvas, daros un paseo por esta fantástica web de arte espacial.
El Universo no es en blanco y negro.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin embargo, hay dos colectivos que tienen que estar mucho más fastidiados que nosotros “los sentimentales”:

1.- Los astrólogos, elaboradores de horóscopos, adivinadores, etc. Me pregunto cómo harán ahora sus cartas astrales o si tendrán que pagar indemnizaciones por las realizadas a los nacidos bajo la influencia del planeta Plutón. ¿Serán menospreciados por ser un planeta enano?. Ya sé, la luna no es planeta y también influye en el comportamiento y en el transcurso de la vida de la existencia ...

2.- Los herederos del astrónomo estadounidense descubridor de Plutón. Toda la vida presumiendo de padre descubridor de planetas y ahora degradar de golpe su gran hallazgo.

Pero veámoslo una vez más positivamente: nuestros hijos tendrán un planeta menos que memorizar.

Riddleman

Mike Muddy dijo...

Por no hablar de Pluto, el perro de Mickey Mouse...
De todos modos, cuando me pongo a pensar en los misterios insondables del Universo me entran escalofríos.

Antonio M. Figueras dijo...

Nada de lo que aprendimos era correcto?

Anónimo dijo...

El artículo de este blog que hace referencia a Lorca es un buen ejemplo de lo inmutable. La ideología es lo que hace cambiar las cosas. En este caso concreto, Lorca ha pasado de ser un “rojo maricón” a un “mito inmortal” pero sus obras han quedado para deleite de otras generaciones.
En otras disciplinas, o bien, el cambio conceptual o el avance tecnológico, modifican las concepciones históricas. En Matemáticas se demuestra lo indemostrable, en Medicina se regenera lo irregenerable, en Astronomía se observa lo inobservable ... pero esto, una vez más, es la prueba de la inteligencia humana que tanto he defendido en anteriores intervenciones y, como consecuencia de esa inteligencia, del progreso. Lanzo una nueva pregunta filosófica: Los grandes cambios de la Humanidad son fruto de la política o de la tecnología?

Riddleman

Anónimo dijo...

La cita de Rabelais, aunque socorrida, hay que entenderla dentro del contexto histórico que él vivió. En su época, las corrientes humanistas se imponían en Europa dejando atrás sangrientas guerras religiosas y supersticiones medievales. De hecho, el propio Rabelais fue monje antes que médico así como uno de los mayores críticos de la formación académica que se impartía en aquella época (fue alumno de La Sorbona). No obstante, tu opinión, Elliot Ness, me parece muy salomónica, por consiguiente inteligente, aunque te “mojas” poco. Quizás lo que no comparto contigo es la última reflexión Lorca-Grass, el ser comunista y/u homosexual no es censurable, al menos en nuestros días. A pesar de ello, su reconocimiento costó la vida a García Lorca.¿Dirías lo mismo del ser nazi y traidor?. Sin embargo, Günter Grass, que también ha reconocido serlo en el pasado, va a sacar pingües beneficios en las ventas de su último libro ...

Riddleman

Anónimo dijo...

En ese caso y ante los ejemplos que mencionas (células madre, clonación, ....) donde desde mi punto de vista no existe ninguna falta de conciencia en su estudio, me quedo con dos frases de mi cosecha e inspiradas en Rabelais y Liza Minnelli:

- Argent sans conscience n’est que ruine de l’âme
- Science makes the world go around

Riddleman