13 febrero 2012

AH, LA SANTA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Los guiñoles son irreverentes, son brillantes, son sanos... Y la reacción española, patriotera. El País defiende a los muñecos de Canal + Francia en aras de la sacrosanta libertad de expresión, y vierte tanta tinta (en reportajes, en columnas de opinión) en descalificar el casus belli como otros medios en defenderlo. Yo me quedo con el bajonazo que le ha dado al asunto Rafa Nadal, una de las víctimas de las invectivas gabachas. Pero quiero añadir un matiz: una cosa es la burla y otra muy diferente la acusación velada de dopaje. Qué malo es perder.

Un artículo "distinto" en El País, aquí.

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