19 diciembre 2011
EL MEJOR EQUIPO DE MI HISTORIA
Me gustaría que el mejor equipo de mi historia fuera mi equipo, pero no lo es; me consuela que, al menos, tampoco tiene ese título su más encarnizado rival. No vi jugar al Real Madrid de Di Stéfano, Puskas y Gento, al que algunos analistas coronan de oídas tras ver un par de vídeos. Mis primeros recuerdos futbolísticos son de la década de 1970, aunque no incluyen al Brasil de Pelé, Tostao y Rivelino, sino a la Holanda de Cruyff y Neeskens (en mi pandilla teníamos a un paquete al que llamábamos Neeskens con cruel ironía infantil). El primer equipo que me deslumbró fue Brasil en el Mundial 82. Hace poco murió Sócrates, líder de aquel grupo que jugaba para que lo recordaran, pero como ya no tengo tiempo de escribir en el blog (propósito de enmienda para 2012) se me pasó la hora de escribirle una merecida loa. Descansa en paz, viejo romántico del fútbol y de la vida, y gracias. Hasta hace unos pocos años ese Brasil era el mejor equipo de mi historia. Llegó el Barcelona de Guardiola y acabó con el mito. No porque juegue mejor, que probablemente también, sino porque ha escapado a la maldición que persigue a ciertos equipos irrepetibles (Hungría en 1954, Holanda en los 70, Brasil en 1982) que suman la etiqueta de perdedores. No hay unos italianos emboscados como los que tumbaron a Sócrates, Zico, Falcao, Toninho Cerezo y Eder en la "tragedia de Sarriá". Este Barça juega como los ángeles, y gana. Gana mucho, joder. Trece de dieciséis títulos posibles. La estadística de mi equipo, que hoy viaja a cuatro puntos del descenso, mejor ni explorarla.
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1 comentario:
¡Qué envidia!
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