26 abril 2009

LA TORRE DE PAPEL

Me voy aproximando a la mesa y la noto diferente. Más despejada. Esa torre era lo primero que veían las visitas al llegar a nuestros dominios. Los escolares no solían preguntar nada al respecto, entretenidos con las explicaciones del guía turístico: "Aquí está Infografía, una sección muy importante. Fijaos, cuando se hundió el Titanic en la Antártida no hubo forma de enviar un fotógrafo, así que los dibujantes de la época realizaron una interpretación del siniestro en la portada del periódico...". No me extrañó la explicación, ni la ausencia de reacción de los chavales. Lo que me puso el vello como escarpias fue que los profesores ni se inmutaran. Pero volvamos a la torre. La que ya no está. A los visitantes de 60 para arriba, nuestro target, sí les llamaba la atención. "¿Qué son todos esos papeles?", preguntaban. "Documentación", les contestaba con una sonrisa la Hippy Cinco Estrellas. "Es que los periodistas no tiramos nada". Ni internet ni los gadgets nos animan a hacer limpieza. Mi vecino de enfrente, tecnófilo de manual, también construye torres de papel. Qué decir de algunos veteranísimos como el prejubilado, jubilado y postjubilado César, hijo del gran González-Ruano, que montó en cólera cuando en un cambio de mobiliario los operarios le extraviaron sus valiosos legajos. Ay, si no fuera por las mudanzas acabaríamos sepultados por informes, fotocopias, faxes, impresoras, libros... ¿Y qué es un ERE sino una mudanza a lo bestia? La Hippy Cinco Estrellas ha derribado estos días su torre de papel. Su mesa ya no es la que era, y mi flanco derecho ha quedado al descubierto. También ha vaciado los cajones. "¡Mira, Grace Kelly!", exclamó al tirar un recorte de prensa a la papelera. "¿Te acuerdas de cuando tuve que perpetrar una doble en una tarde porque se cumplía no sé qué aniversario...?". Me acuerdo. Y también del reciente reportaje de un jovencísimo Ferran Adrià en los fogones de la mili, con fotos exclusivas, que habría sido portada de cualquier revista de postín y aquí pasó casi desapercibido.
La Hippy, como tantos compañeros, está de mudanza. No importa. Hay banquillo. En tres años se cumplirá un siglo del desastre del Titanic, y una joven promesa podrá contar cómo se hundió... en la Antártida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La Hippy ha echado abajo su Torre de Papel. Mi compañera, que no es periodista, mete en dos bolsas de plástico los enseres acumulados en muchos años de trabajo: un cepillo de dientes, algunas fotos de su "mama" (así, sin acento), unos apuntes de Office y una plantita muy apañá... Sabemos de buena tinta que la empresa ha dado órdenes de entregar cartas de despido el mismo día que se haga pública la resolución -favorable para ellos, faltaría más- del Ministerio sobre el ERE. Asimismo, han contratado vigilantes jurados para "acompañar amablemente" a los despedidos hasta sus puestos de trabajo mientras recogen sus pertenencias y, acto seguido, "dirigirlos amablemente" hasta la puerta de salida. Y es que, según dicen los ¿compañeros? que no secundaron la huelga, se trata de gente ("chusma", dijo una redactora) muy violenta. Tres o cuatro entre esa chusma, y en el colmo de la barbarie, tiraron huevos crudos a los coches de los esquiroles y, encima, llamaron "hijos de p..." a sus ocupantes. ¡Hay que ver cómo se pone la gente cuando le quitan su puesto de trabajo!
Si es que ya no queda gente bien educada en ningún lado...

Anónimo dijo...

anónimo 2
Mira lo que es al final la vida periodística: una torre de papel. Una torre que, un buen día y sin venir a cuento, se desvanece porque a alguien se le antoje. Tu Hippy seguro que ha hecho esa torre hora a hora,día a día,año a año y al final, todo se le ha derrumbado,todo menos la ilusión y el recuerdo de este estupendo oficio que, estoy seguro que si volviera a nacer lo escogería de nuevo. No sé qué guardaría en esos polvorientos y amontonados papeles (parte de su alma y medio corazón), pero estoy seguro de que para ella esa torre significaba una cosa: la continuidad en el oficio que ahora unos impresentables y sin escrúpulos, le han segado. Y lo peor de todo, la chulería con la que han obrado, digna del trilero más profesional, ese que pone cara de no saber dónde está la bola para metértela doblada. Mira la cara de los que han hecho la lista y verás que es igual que la que ponen los trileros, con la diferencia de que éstos miran con descaro y los "nuestros" simplemente no te miran. Están avergonzados.
Seguro que tu Hippy construirá de nuevo y en otro lugar su torre de papel y, un día no muy lejano, cuando la tenga alta, alta, y llena de "documentación" se le caerá, pero esta vez será por el estruendo de su risa cuando lea en Internet que con al staff de abc han hecho lo mismo que á María Antonieta.