08 abril 2009

LA MUJER SIN ROSTRO

Suena el teléfono con tono de mal augurio. Una mujer sola descuelga. Al otro lado suena una voz desconocida.
- ¿Eres Fulanita?
- Sí...
- Hola, soy uno de los jefes. Te llamo para decirte que estás en la lista del ERE. Perdona, pero no te pongo cara... ¿Eres de las que están en edad de prejubilación?

9 comentarios:

CALAVERA dijo...

JA!...Además de SER TONTO hay que estar CIEGO!!!!! En edad de prejubilación!!!! JAJAJJAJAJAJAJA

Abrazos (besos para la "posible prejubilada")

Anónimo dijo...

La mujer sin rostro lleva escribiendo en el periódico dieciocho años, pero su firma no aparece por ningún lado. No cuenta con "padrinos" porque no tiene filiación-político-empresarial. Nunca se la ha visto en los despachos, ni en los pasillos... Pertenece a lo que los jefes llaman "servicios". Como yo. ¿A qué se referirán con eso? Por la forma en que nos tratan, deben de referirse al WC...

Anónimo dijo...

Soy la mujer sin rostro. Ese rostro desconocido para la persona que interrumpió mi descanso una mañana de abril y me comunicó que me encontraba en lista de "nominados".
Ese rostro que aterrizó en este periódico hace más de dieciocho años, con veinte en su haber y una maleta cargada de ilusiones.
Ese rostro que ha compartido viaje con tantos y tantos rostros amigos que hoy me llenan de fuerza, amor y cariño.
Ese rostro que, sí, resulta invisible para quien realizó esa llamada. Quizá porque nunca fue merecedor de conocerlo.
Ese rostro que se siente orgulloso de haber permanecido anónimo porque siempre se limitó a trabajar en la sombra y en todo momento se negó a arrastrarse dentro de un despacho.
Ese rostro que hoy tiene más fuerza que nunca y que está convencido de la victoria. De la victoria moral, que no se compra con abogados.
La mujer sin rostro irá el domingo a la asamblea con el convencimiento de que allí hallará a esos rostros amigos, valientes e íntegros que, como yo, nunca sucumbieron a la tentación de arrodillarse ante nadie a cambio de permanecer o cambiar de silla.
El domingo, a esa misma hora, muchos otros rostros acudirán a misa. ¿Rezarán por nosotros? Que Dios los ampare.

Anónimo dijo...

Todo esto empezó siendo surrealista, pero hace ya tiempo que pisó el terreno de lo esperpéntico

Anónimo dijo...

Hola mujer sin rostro. Ya se que estás nominada. Es una injusticia y si se lleva a cabo una putada que puede joderte la vida. Quiero que sepas que para mi si tienes rostro. Para mi y para otros cientos de compañeros de ABC que si sabemos quien eres. Que te hemos saludado cada tarde, que te hemos preguntados por tus viajes, por tus amigos o por tus cosas. Que te hemos pedido favores y hemos compartido un rato de charla ante la maquina del cafe. A lo mejor no estamos incluidos entre la lista de tus amigos pero hemos disfrutado de tu sonrisa. Un beso y todo mi apoyo.

Anónimo dijo...

pues vaya mierda de jefe... hay que ser muy hijo de puta para llamar a alguien a quien ni siquiera pones cara para decirle que le vas a despedir. Ojalá se les atragante el ERE y se vayan con sus sueldazos y su incompetencia a dar por culo a otro sitio. Y tú, bonita de cara (que lo eres), ánimo: como dijo otro compañero, fuera de aquí nos queda toda una vida...

MUJER SIN ROSTRO dijo...

Féminas sin rostro, mujeres fantasma. Náufragos anónimos eretizados, horrorizados, aniquilados. Pueblo de ballenas, de tiburones, de chupópteros, de cobardes, de vampiros ávidos de sangre, dinero y poder. Me despierto. No lo he soñado: estoy en la lista. La lista de la vergüenza, la lista de la infamia. Me empeño en buscar un porqué. Dicen que porque no tengo rostro, porque no tengo firma, porque no tengo padrinos, porque soy invisible, porque pertenezco a "la chusma de la camiseta". Lluvia de propuestas, de contrapropuestas que van y vienen. El baile de cifras, de números, me marea, me emborracha. Se reúnen. Alguien en una sala decide sobre mi futuro. Tengo que trabajar. No me concentro. Quiero huir. ¡Dios mío, se acercan de nuevo a darme el pésame, la palmadita en la espalda! Tristeza, decepción, insomnio, asco. ¡Que alguien me dé el tiro de gracia! Insisten los que me quieren: eres digna, eres fuerte, eres inteligente, ERESMÁS. Me crezco. Regreso a casa exhausta. Por fin abordo la cama, pero regresa el insomnio. Despierto. Un día más, la espada de Damocles del ERE se cierne sobre mí. Estoy en la lista: no lo he soñado.

MUJER SIN ROSTRO dijo...

Hoy quiero compartir con vosotros una reflexión recogida en un artículo dominical de Rosa Montero: "Obviamente somos hijos del azar y no controlamos lo que nos sucede, pero sí podemos decidir cómo respondemos a eso que sucede. A veces el abanico de posibilidades es ínfimo, pero siempre hay un pequeño resquicio, alguna opción. Un preso judío sometido al horror de un campo de exterminio nazi, por ejemplo, poco puede hacer en apariencia, salvo sufrir y morir. Y, sin embargo, como demuestran los testimonios de gente que pasó por esa terrible experiencia, incluso ahí, en ese desolado extremo de la vida, hubo gente que mantuvo la generosidad y la entereza y ayudó en lo posible a sus compañeros, y otros, en cambio, sólo atinaron a sacar lo peor de sí mismos. Sí, siempre hay elección, por diminuta que sea. Y en ese leve espasmo de nuestra voluntad nos jugamos la dignidad y la vida".

Mike Muddy dijo...

No me pareces una mujer que se arredre con facilidad. Pase lo que pase esta semana decisiva que comienza estoy convencido de que saldrás adelante. Un fuerte abrazo y todo el ánimo del mundo.