Éramos pocos, y Valverde se partió la clavícula. El Tour se quedó definitivamente huérfano de héroes, aunque la mayoría se marchó con algo más que un hueso roto. Ullrich, Basso, Vinokourov, Mancebo... ¿un atajo de tramposos? ¿Y los que les precedieron? ¿Y los que no son clientes de Eufemiano Fuentes pero sí de otros “brujos” de la medicina deportiva y aún no les han pillado? ¿Desde cuándo no hay un campeón limpio? Para los que amamos este deporte el drama no tiene precedentes. Los héroes eran villanos. Y, para colmo, Valverde hizo el afilador y estampó sus sueños contra el asfalto.
Más sobre el asunto, aquí.
04 julio 2006
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