
Creo que la calidad vende. O, dándole la vuelta: por la calidad se paga. Utilicemos el soporte papel o no. Por supuesto que se puede hacer un periódico o una página web con cuatro becarios y regalando tupperwares, pero yo, desde luego, no compraría esa mercancía. Hay otro detalle del citado informe que me llama la atención: un periodista británico publica hoy tres veces más artículos que en 1985. ¿Más producción implica más calidad? Lo dudo. Pero veo difícil que podamos escapar a una de las consignas más sobadas por los estrategas: sinergias. El periodista (ideal) del futuro deberá volcar teletipos y ser un experto en el corta-pega de Google, firmando sin empacho el resultado final; llevará una cámara para hacer fotos y vídeos y colgarlos en internet; y, sobre todo, será barato, muy barato. Con ese panorama, más vale que regalemos la Luna para poner en valor lo que sea que intentemos vender.
Hay un detalle que creo que se te escapa, no creo que haya ningún redactor con camarita en la calle haciendo video y fotos para la web, porque será imposible hacer la noticia del refrito de internet o de agencias y estar en la calle, son cosas incompatibles, el reporterismo callejero o de investigación está muerto, como tú bien has dicho se ha multiplicado por tres el trabajo de firmar piezas, eso tiene un precio, la información, la calidad. Y el lector, que hay algunos que piensan que es gilipollas lo sabe.
ResponderEliminarUn ejemplo. Hoy un redactor firma una crónica de un partido de fútbol que se ha jugado en Portugal, y a la vez firma una información de la resaca del Real Madrid después de perder en Liverpool. Que alguien me lo explique si puede. Es una reflexión, o al menos para pensársela. Por muy buen profesional que sea, no puede estar en Oporto y en Madrid a la vez, o se ha inventado el redactor Dios.
Así nos va el pelo.